La ruta del faro del Albir reúne todas las condiciones para hacerla en familia, incluso con niños pequeños. Es fácil, divertida, didáctica y con unas vistas impresionantes sobre la bahía de Altea, el Peñón de Ifach, el Puig Campana y la sierra de Bernia. Y la recompensa al llegar al final es poder visitar un faro emblemático de la costa del Mediterráneo, que data del año 1863.

El recorrido total (ida y vuelta) no llega a los seis kilómetros, con apenás pendientes, el camino está pavimentado y se puede hacer tanto a pie como en bicicleta.

Al principio de la ruta hay una zona acondicionada como merendero, con mesas y bancos. A lo largo del itinerario encontramos varios miradores, así como paneles informativos, en los que se explican singularidades de la zona, como la fauna y la orografía del Parque Natural de Serra Gelada, que es donde está enclavado el faro del Albir. También hay información sobre rocas fósiles de animales ya extinguidos y que se pueden contemplar sin ninguna dificultad. Además, nos cuentan las historias de piratas que atacaban la costa y leyendas de amor.

Cómo llegar

Para llegar al Albir es muy sencillo ya que en la misma carretera N-332 hay una señal que indica Playa del Albir. Hay que ir en dirección a la playa y luego hay indicaciones hacia el Parque Natural de Serra Gelada. Justo en el inicio de la ruta hay un aparcamiento gratuito y en la misma entrada al Parque Natural hay una caseta de información.