Es la segunda película del director francés Hugo Gelin, que debutó en el largometraje en 2012 con Como dos hermanos y nos cuenta la insólita experiencia de Samuel, un joven soltero y conquistador que vive en la costa francesa y ante quien se presenta un día una antigua aventura con un bebé en brazos, que le comunica que es su hija y desaparece. Incapaz de llevar una vida con un bebé, Samuel intenta encontrar a la madre sin éxito. Pasa el tiempo y mientras la niña va creciendo llevan una vida divertida y maravillosa. Ocho años más tarde la madre regresa para recuperar a su hija.

Estamos, como todos los aficionados recordarán, ante la versión gala de No se aceptan devoluciones, un éxito internacional del cine azteca que interpretó y dirigió Eugenio Dérbez en 2012. La adaptación libre que ha hecho Jean-André Yerles traslada la acción del sur de Francia a Londres, algo que fue decisivo para que el actor de color Omar Sy, conocido sobre todo por Intocable, se involucrara en el proyecto. «Tenía que interpretar -manifestó- a un tipo del sur, carismático y moderno, que vive al día, como un niño, y que seduce a todo el mundo con el que se cruza con el encanto único que le caracteriza. La idea de que el contraste entre el personaje y el mundo en el que está sumergido viene del desfase entre la Costa Azul y la capital inglesa me encantó desde el primer momento. Omar interpreta a un juerguista profesional, a un tipo feliz que, de repente, se ve catapultado a una ciudad en la que llueve todos los días».

Hugo Gelin afirmó que le conmocionaba la historia de este hombre que decide dedicar su vida a su hijita: «Me recordaba a algunas películas, como La vida es bella de Roberto Benigni, o En busca de la felicidad de Gabriele Muccino, que llevan a escena de manera maravillosa historias de parejas de un adulto y un niño. Además, me pareció que, con este padre improbable, este amigo de gran corazón y esta madre que vuelve y a la que no quiere nadie, había realmente material para contar una historia divertida y cargada de emoción».