Se centra en la figura de Jacqueline Kennedy, la esposa del trigésimo quinto presidente de los Estados Unidos, cuya trágica muerte marcó para siempre la historia de su país. Está interpretada por Natalie Portman y muestra en concreto cómo vivió los días posteriores del fallecimiento de su marido, asesinado el 22 de noviembre de 1963. La película es el retrato de la primera dama, conocida por su elegancia y dignidad, y de cómo luchó para consolar a sus propios hijos, superar la traumática experiencia y conservar el legado de su esposo. Lo sorprendente es que la ha dirigido un cineasta chileno, Pablo Larraín, y está protagonizada por Portman, Greta Gerwig, Peter Sarsgaard y Max Casella.

El planteamiento de la cinta, sobre la base de que todos conocemos la historia del asesinato de John F. Kennedy, es responder a la pregunta ¿qué pasa si nos centramos sólo en ella? y ¿cómo fueron los tres días siguientes, ahogándose en el dolor, con sus hijos destrozados y los ojos del mundo entero sobre ella?

Jackie fue definida como una reina sin corona, que perdió tanto su trono como a su marido. No sólo eso, elegante, deseable, sofisticada, Jacqueline Kennedy fue una de las mujeres más fotografiadas y documentadas del siglo XX. Y, sin embargo, para los responsables del largometraje sabemos muy poco acerca de ella. Intensamente discreta e inescrutable, incluso defienden que puede ser la mujer desconocida más famosa de la era moderna.

Pablo Larrain, autor de siete películas, entre ellas tres de la talla de No, El club y Neruda, manifestó que le gusta pensar que nunca estaremos completamente seguros de cómo era Jackie. «Nunca sabremos -apuntó- de dónde venía el brillo de sus ojos. Todo lo que podemos hacer es buscar».