Los doce bailarines solistas del Ballets de France dibujan un espectáculo que combina la elegancia y virtuosismo del ballet clásico con la expresividad de la danza contemporánea. Una secuencia de movimientos del más alto nivel qué invitan a dejarses llevar por la puesta en escena del coreógrafo Fothergill con música de Ravel, Stravinski y Mozart.