Muestra el lado más peligroso del oculto y acaudalado mundo de una pareja, dejándonos entrever lo que ocurre si un cuento de hadas no respeta las reglas y es la segunda adaptación a la pantalla de los libros de E.L. James tras el gran éxito de la primera, 50 sombras de Grey, que recaudó en 2015 nada menos que 560 millones de dólares. Con Jamie Dornan y Dakota Johnson encarnando de nuevo a Christian Grey y Anastasia Steele, la historia sigue cuando Christian Grey, que se siente herido, intenta convencer a la reticente Ana Steele de que vuelva a formar parte de su vida, y ésta le exige un nuevo acuerdo antes de aceptar. Pero cuando la pareja empieza a ser más confiada y a tener una cierta estabilidad, aparecen dudosas figuras del pasado de Christian decididas a parar en seco sus esperanzas de un futuro juntos.

La novedad más importante se ha producido en la dirección, donde James Foley, conocido por títulos como Hombres frente a frente, Éxito a cualquier precio y Cámara sellada, sustituye a Sam Taylor-Johnson. Entre los actores, destaca la incorporación de la oscarizada Kim Basinger, la mítica estrella de Nueve semanas y media. Una vez que se hizo público que las dos siguientes entregas de la colección también serían llevadas a la gran pantalla, incluso antes de lo esperado, se decidió rodar Cincuenta sombras más oscuras y Cincuenta sombras liberadas simultáneamente para poder estrenarlas el Día de San Valentín de 2017 y de 2018, reduciendo un año el tiempo de espera entre película y película. Algo que no es frecuente en Hollywood.

Era obvio que las dos siguientes entregas seguirían explorando el absorbente tango romántico de Christian Grey y Anastasia Steele, pero todos los que estaban involucrados en el proyecto querían que cada película fuese una experiencia única. El equipo sabía que era vital colmar a los fans, pero también atraer a un público nuevo a estos acontecimientos eróticos propios de la cultura pop actual.

La productora Dana Brunetti confirmó que el trío de productores siempre tuvo la intención de explorar el viaje mucho más peligroso que emprende la segunda novela de E. L. James: «Cincuenta sombras más oscuras -declaró- se acerca más a un thriller. Hay suspense, amenazas, la caída de un helicóptero... además de la pareja y su romance tan especial. De pronto, la relación debe enfrentarse a obstáculos inesperados que, en su mayoría, surgen del pasado de Christian».

La novelista añadió que para la segunda novela siempre supo que quería conservar las palabras Cincuenta sombras, que funcionaban muy bien, «pero me pregunté adónde iría la segunda entrega. En este libro se descubre el porqué de la oscuridad de Christian; por lo tanto, 'más oscuras'».

Para adaptar el guión, los productores recurrieron a E. L. James, que trabajó con el guionista que había vivido y vive con los personajes y su creadora desde el principio, Niall Leonard, el marido de la escritora y encargado de trasladar el contenido de las atrevidas novelas con su encarnación de la sensualidad, a guiones para el cine.