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Proyecto Lázaro

Las consecuencias de volver a la vida

Las consecuencias de volver a la vida

Su director, Mateo Gil, habitual colaborador de Alejandro Amenábar y director de Nadie conoce a nadie y Blackthorn, la define como una historia sobre la aceptación de la muerte por reducción al absurdo, subrayando que no es una película sobre el futuro, ni sobre la tecnología o la medicina. Lo es sobre la vida, sobre el hecho mismo de estar vivo, y sobre la muerte, sin cuya existencia la vida en realidad no tendría ningún sentido. La primera idea sobre ella le vino cuando escribía con Amenábar Abre los ojos, película en la que aparecía el concepto de criogenización. Recuerda que no podía dejar de preguntarse qué interés tendría la gente del futuro en resucitar a personas de hoy en día, así como qué encaje tendrían esas personas en un tiempo completamente ajeno al suyo.

La historia emprende el vuelo cuando Marc sufre un terrible shock a sus treinta y dos años, al diagnosticársele una enfermedad cuyo pronóstico no supera un año de vida. Incapaz de aceptar su muerte, decide congelar su cuerpo antes de que la enfermedad deteriore su organismo. Le acompañará en este proceso su gran amor, Naomi, a pesar de que ella preferiría cuidar de él hasta su final natural. Sesenta años más tarde, la institución Prodigy Health Corporation consigue reanimarle. Aunque su vuelta a la vida viene acompañada de muchas complicaciones médicas, su cuerpo se aferra a la vida.

Es el alma lo que resulta más difícil de curar, especialmente cuando tu única familia en este nuevo tiempo la encarna un equipo médico y tu pasado se empeña en volver a tu mente pese a estar tan borroso. Tras haber atravesado la mismísima muerte, la segunda oportunidad para Marc no se producirá de la forma idílica que él había imaginado.

El resultado es un drama de ciencia-ficción con leves toques de terror e inevitables nexos temáticos con Frankenstein o Herber West, reanimador, de H. P. Lovecraft.

Pretende ser una especie de viaje al Purgatorio, ese territorio metafórico en el que uno tendría que decidir qué es lo más importante, qué ha sido lo más valioso de su vida.

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