Se escribe con dos X y se baila con D de danza. El Pinocho de Colodi se transforma, no miente, no le crece la nariz. Se pone a bailar y se convierte en Pinoxxio de la mano de Ananda Dansa. Este personaje de madera que transmuta a humano se sube al escenario en el cuerpo de Ana Luján y pide libertad para tomar sus decisiones y romper con lo establecido. Un Pinoxxio contemporáneo que llega mañana al Teatro Río de Ibi y el domingo al Principal de Alicante y lo hace con una mochila cargada de Premios Max, un total de siete, que convirtieron este espectáculo de danza en el más galardonado de la última edición de estos galardones.

Rosángeles Valls lleva treinta años danzando y dirigiendo Ananda Dansa, junto a su hermano Edison Valls. «Hemos hecho una adaptación al mundo contemporáneo. Nos hemos centrado en lo esencial, en la relación entre Gepetto y su hijo; Colodi lo hizo a partir de mentiras y castigos, y nosotros lo hemos hecho de otra manera porque entendemos que hay un conflicto generacional», asegura en el Principal de Alicante. «Gepetto quiere que su hijo sea como él había imaginado, pero Pinoxxio quiere vivir sus propias experiencias».

Por eso, cambia la iconografía, la escenografía, el vestuario, «todo lleva una plástica muy personal, y lo escribimos con dos XX porque la protagonista es una mujer, no por feminismo sino porque era la que mejor lo podía hacer. No distinguimos entre hombre y mujer sino que pensamos en la interpretación y Ana Luján era quien mejor podía hacerlo».

Los siete Max de este espectáculo han servido a Ananda Dansa para sumarlos a los tres anteriores y al Premio Nacional de Danza en 2006. Pero también para dar un espaldarazo al mundo de la danza. «Ponernos al nivel del teatro es otra cuestión; nunca ha habido un plan nacional de fomento de la danza, ayer dijeron para 2020.... pero no lo veo claro. Hasta que la danza no comparta escenario al mismo nivel con el teatro, siempre habrá un déficit». El camino recorrido ya es largo. «Hemos hecho política cultural pero artísticamente hemos seguido nuestra propia trayectoria sin dejarnos influir por la política impuesta». Y ese sello propio se deja ver también en este espectáculo, en el que además de bailar «precisa de una interpretación interna, como sucede en teatro». De momento hay Pinoxxio para rato. «Nosotros nunca matamos nuestros espectáculos»

Sábado17. 19 horas

Teatro Ibi

Domingo18. 18 horas

Teatro Principal de Alicante