Es un documental que recoge el nacimiento y creación del Benidorm turístico a través de la figura de Pedro Zaragoza, su alcalde durante muchos años, que supo convertir la ciudad en uno de los principales destinos turísticos de España.
Hace especial hincapié en la ardua labor de investigación que ha realizado la productora Nakamura Films, efectuando más de 80 entrevistas a vecinos y personas de muy diferentes ámbitos de la localidad. Es una forma de llevar al gran público la historia del origen y la consolidación del Benidorm turístico que hoy todos conocemos. Su director, Oscar Bernácer, lo ha definido como una travesía muy bonita, pero muy dura, un proceso difícil que ha supuesto más de dos años y medio de trabajo.
Las imágenes parten de la base de que hoy Benidorm es un referente mundial de ocio y turismo, ubicada en un enclave de clima privilegiado, que ha sabido reinventarse para seguir resultando atractivas y mantener su condición de icono de varias generaciones de españoles. Destino de millones de turistas europeos y objeto de estudio de sociólogos, arquitectos e intelectuales. En este sentido, el documental responde a las preguntas de qué hay detrás de estos rascacielos junto al mar, de dónde surgió la idea de transformar un pueblo de pescadores en la capital del turismo de clase media. Y es aquí, en parte, donde surge la figura de Pedro Zaragoza, el alcalde de la Vespa, que fue capaz de crear una ciudad moderna dedicada al ocio de la incipiente clase media y abierta al mundo en una España empobrecida, cerrada y pacata. Su mérito fue que tuvo la capacidad de llevar a cabo este sueño echándose a la espalda al pueblo al que convenció de invertir en una quimera.
El éxito del modelo Benidorm del turismo de sol y playa supuso, por otra parte, la tabla de salvación del régimen franquista, aportando divisas y mejorando la imagen exterior de la dictadura.
En tanto superviviente por convicción. conoció el éxito, el poder, la ruina y el ostracismo, pero sin darse nunca por vencido. Su amistad con la familia del dictador y logros como el Festival de la Canción y el pacto con la Caja de Ahorros Vizcaína, que tantos turistas vascos trajo a estos lares, junto a las imaginativas campañas publicitarias en Europa, están en la clave del milagro de la ciudad.
