Hablar de las cosas sin dobleces y llamarlas por su nombre, aunque sea a través de la ácida ironía, ha convertido a Héctor de Miguel Martín (Salamanca, 1977) en un cómico de sello propio bajo el sobremnombre inconfundible de Quequé.

Ganador del segundo certamen de monólogos de El Club de la Comedia, allá por el año 2001, Quequé vive desde entones subido a la noria de un humor que igual le hace estacionar en un estudio radiofónico, en un plató televisivo, en un gran teatro o en un escenario alternativo como el que representa Clan Cabaret. El salmantino regresará este sábado a la «mítica sala» alicantina con su espectáculo Malditas canciones con motivo del 25 aniversario de la sala, «un acicate y una muestra de que no está todo perdido, por mucho que lleguen las elecciones, gane el PP y a algunos se nos quede cara de gilipollas».

«Que gente como Pablo Carbonell o Javier Krahe hayan pasado por su escenario a lo largo de estos años lo dice todo sobre Clan Cabaret», asegura un Quequé que defiende a ultranza la apuesta multidisciplinar de la emblemática sala alicantina «en la época del 21% de IVA». «Ni podía ni quería faltar a este aniversario», añade el cómico castellano, que intentará hacer lo que mejor sabe aderezando sus corrosivos monólogos habituales con «mi versión más frustrada de cantante de karaoke».

De vuelta a la gran pantalla gracias al programa Locomundo, en Movistar TV, Quequé está a puno de cerrar un 2016 en el que por fin ha cumplido «el sueño» de exportar su humor fuera de España. «En abril estuve en Ciudad de México y, sin duda, ha sido lo mejor que me ha pasado este año. El espectáculo estaba dirigido a los españoles que residen allí pero la respuesta de los mexicanos fue muy buena. Están descubriendo las stand-up comedy y espero que sea una puerta abierta a nuevas colaboraciones», señala un cómico que vive enamorado de la radio mientras gira por la geografía española con la sexta temporada de «Las Noches del Club de la Comedia», «Malditas Canciones» y el live show de «La Vida Moderna».

Quequé copresenta desde julio de 2014 junto a Ignatius Farray y David Barranco -director- el programa de humor «La vida moderna», en la SER. «Llegamos para cubrir las vacaciones de las estrellas de la cadena y ahí seguimos. El programa tuvo y tiene muy buena acogida entre los oyentes y yo, la verdad, firmaría seguir haciendo radio los próximos 20 años», asegura un Quequé que se ha puesto de nuevo detrás de las cámaras porque Locomundo «es un espacio que a mí me haría reír como espectador». Era la única premisa para volver a un formato que le hizo asaltar la fama gracias a sus hilarantes colaboraciones en Las Noches con Fuentes y cía (2002-05) o Noche Hache (2005-08).

Humorista hecho a sí mismo -«cuando me bajo de los escenarios no soy nada gracioso, por lo que cómico de cuna no debo ser»-, reflexiona, Quequé reivindica el papel del humor dentro de una sociedad disparatada. «La realidad nos ha convertido en una especie de bufones de la corte, pero no se puede perder la perspectiva y actuar como si fuéramos autosistemas».

Además de humorista y presentador, el polifacético Quequé también ejerce de modelo publicitario y actor teatral, donde ha llegado a encarnar al mágico Maestro de ceremonias en el cabaret circense de The Hole. Sólo se le resiste el salto a la gran pantalla, pero asegura no tener «ninguna espina clavada». A la espera de que el cine llame a sus puertas, la radio, la tele y los escenarios hacen sonreír a Quequé... y sus fieles seguidores.