Debo preguntarle por las elecciones en EE UU...

Es muy tremendo, da mucho miedo. Los analistas sesudos dicen que las consecuencias serían las mismas con Trump que con Clinton pero lo grave es que la gente vote a un tipo que transmite lo que transmite Trump, un tipo que dice esa serie de cosas. Es como una enfermedad que elijan a un personaje así.

¿Qué hacen Trump y Dylan en el mismo país?

Esa es la maravilla también de Estados Unidos, capaz de dar esas dos caras, un país muy grande con una historia brutal y cosas vividas tremendas.

Por cierto, ¿merecido el Nobel de Literatura a Dylan?

Todo el mundo se preguntaba si se lo merecía, pero yo me pregunto si el Nobel se merece a Dylan. Me parece mucho más importante la obra de Dylan, sus discos, sus canciones, su imagen, su legado para la humanidad... que los Nobel. Por supuesto que se lo merece, pero me importa un carajo. Dylan es una institución muchísimo más grande que los Premios Nobel.

Con su gira de El último hombre en la Tierra ha dado algunos conciertos en acústico y otros con banda. ¿A Alicante cómo viene?

Este ha sido un año de banda y está siendo espectacular. Ha habido muy poquitos acústicos, la gira se ha pensado en la banda y es brutal, basada en El último hombre en la Tierra, en discos anteriores y con tres guiños a Los Ronaldos, muy escogidos, que tienen coherencia. En Alicante será un concierto muy bestia en cuanto a energía y a emoción. Además, hemos ido perfeccionándolo y, después de 35 conciertos, la banda es ya una locomotora.

¿Cuando empezó en la música se imaginaba actuando en teatros?

Por supuesto. Toda mi vida he actuado en teatros, desde que empecé. No siempre se toca en campos de fútbol, y es casi donde más me gusta tocar. En un teatro la gente está a lo que está, te presta atención, no hay escapatoria.

¿Cómo lleva que el público saque el móvil en los conciertos?

En los teatros los encienden igual. Es algo que hay que asumir, que los móviles forman parte de los conciertos.

Y la gente que habla. Hace unos años pidió silencio en unconcierto que dio en Alicante para seguir tocando.

Sí, ya no toco en acústico si la gente está de pie, lo tengo como norma. Parece una tontería pero ese detalle lo cambia todo.

Ahora que con la crisis los músicos buscan lugares más pequeños, usted actuará también en el antiguo Palacio de los Deportes de Madrid.

Sí, el espacio tiene muchos formatos pero era un buen momento para tocar allí. No deja de ser Madrid, mi ciudad, y este ha sido un año muy potente, de celebrar muchos años en la carretera y con muy buena aceptación del disco, buenas críticas... Es un show muy poderoso y un buen momento para cerrar el año allí.

Siendo un disco de rock, El último hombre en la Tierra es también muy poético, con muchos arreglos. ¿Es difícil llevarlo al directo?

Para nada. Cuando empezamos a ensayar vimos cómo hacerlo y al final las canciones son canciones. Tampoco es un disco sinfónico, es un 80 por ciento de banda y un 20 por ciento de unos detalles maravillosos con trompas, con cuerdas... Pero es un concierto de rock y no se echa de menos nada. Y este no es un concierto solo sobre un disco, sino mucho más abierto, con un puñado de canciones, alegre y festivo, por eso tienen cabida esas canciones de Los Ronaldos.

¿Los Ronaldos es un proyecto acabado o sigue abierto?

No, acabado. Hicimos un regreso maravilloso porque la primera vez que nos separamos fue un poco rara, por la puerta de atrás, pero luego tuvimos el regreso perfecto y ya está

Domingo 13 de noviembre

Teatro Principal de Alicante

Entrada: entre 20 y 35 euros