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Yo, Daniel Blake

Ken Loach contra la burocracia del Estado

La cinta viene de obtener excelentes resultados en los festivales europeos

Ken Loach contra la burocracia del Estado

Conquistó la Palma de Oro del Festival de Cannes y se hizo con los premios del público en los de Locarno y San Sebastián confirmando que su director, Ken Loach, se encuentra en plena madurez en un estado de forma envidiable. Formando equipo con su habitual guionista, Paul Laverty, se adentra en la intimidad de Daniel Blake, carpintero inglés de 59 años que se ve obligado a acudir a las ayudas sociales. Sin embargo, a pesar de que el médico le ha prohibido trabajar, la administración le obliga a buscar un empleo si no desea recibir una sanción. En el transcurso de sus citas al «Job Center», Daniel se cruza con Katie, una madre soltera de dos niños que tuvo que aceptar un alojamiento a 450 km de su ciudad para evitar que la envíen a un hogar de acogida. Prisioneros de la maraña de aberraciones administrativas actuales de Gran Bretaña, Daniel y Katie intentarán ayudarse mutuamente.

Daniel Blake y Katie Morgan no se basan, como contaba Laverty en un artículo sobre la película, en nadie que conocieran. «Los guiones no se pueden copiar -señala- y trasladar del banco de alimentos o de la cola del paro. Dan y Katie son totalmente ficticios pero llevan algo de todo lo que he contado anteriormente y mucho más. Se inspiraron en los cientos de hombres y mujeres decentes así como en sus hijos y que quisieron compartir sus historias íntimas con nosotros. Caras de personas inteligentes y sensatas me vienen a la mente, gente asustada, personas mayores angustiadas por la complejidad del sistema y las nuevas tecnologías, (muchos empleados de la Oficina de Empleo nos contaron que les hubiera gustado ayudar a más gente pero los jefes se lo impedían por temor a aumentar las cifras), jóvenes que habían perdido la esperanza demasiado pronto, y que recuerdo temblando de ansiedad cuando intentaban contar su situación, y muchos haciendo todo lo posible por conservar la dignidad atrapados en algo llamado prestaciones sociales cuando tenia todas las características del purgatorio. Y sí, os lo digo a vosotros, productores oportunistas y santurrones de programas de televisión que avivan el odio y promueven la ignorancia, había algunos borrachos y adictos con vidas caóticas y tatuajes espantosos. El Estado siempre ha tenido una vena malvada a la hora de tratar a los más vulnerables».

Por su parte, el director Ken Loach expresó en una entrevista que la historia universal de las personas que luchan por sobrevivir fue el punto de partida. «Pero después -reveló- los personajes y la situación tienen que basarse en la experiencia vivida. Si nos fijamos bien, todos podemos ver la crueldad consciente que aplica el Estado cuando acude en ayuda de los que están desesperados y el uso de la burocracia, la intencionada ineficiencia de la burocracia, como arma política: "Esto es lo que sucede si no trabajas; si no encuentras trabajo sufrirás las consecuencias". La rabia que esconde esa afirmación es lo que motivó la película».

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