Malú (Madrid, 1982) pone este sábado el broche de oro a la temporada musical de la plaza de toros de Alicante con su Tour Caos, su gira más importante en casi 20 años de carrera en los que la pequeña «aprendiz» ha acabado convirtiéndose por derecho propio en la máxima figura femenina de la música nacional.
¿Cómo se consigue reinar en medio del caos?
El caos es un estado en el que nos estamos moviendo mucho últimamente, ese lugar de confusión en el que en algún momento te tienes que encontrar. Quizás cuando estás dentro de eso te vuelves un poco loco, pero cuando consigues encontrar esa calma a partir del caos suelen salir cosas muy bonitas.
¿El éxito de Malú, más allá de su privilegiada voz, es llevar el pop a una dimensión épica?
Uff? Yo creo que eso no lo sabe nadie. Si alguien tuviera la varita de eso pues esa imagínate? Yo lo que hago es ser lo más sincera posible en cada uno de mis discos, trato de entregar absolutamente todo lo que tengo y mostrarme tal y cómo me siento en ese momento de mi vida cuando estoy haciendo ese disco.
De 19 años de carrera lleva 18 sobre los escenarios. ¿Qué le engancha tanto del directo?
El directo es de las drogas más fuertes que hay. Las sensaciones que uno puede vivir encima de un escenario, esa forma tan libre de expresarte, de poder expulsar todo lo que llevas dentro, tanto la felicidad como la pena, la adrenalina?. Poder cantar todo eso y contar con la energía de toda la gente que va a verte genera momentos tan únicos que lo convierte en una grandísima droga fabulosa.
¿Se puede llegar a odiar eso que tanto se ama?
Por supuesto. Y el escenario es ese amor tan incondicional y tan fuerte que muchas veces llegas a odiarlo. El sacrificio que conlleva subirte a un escenario hace que a veces puedas odiarlo, pero como a esos verdaderos amores que nunca en la vida dejarás de amar.
¿Cómo lleva María que Malú se haya convertido en una diva pop de multitudes?
Bueno, en verdad esa diferencia entre María y Malú realmente tampoco existe. Después de tantos años aprendes a unir a las dos, tal y como tú lo has querido reflejar, y forma parte de tu vida. Aprendes a vivir con ello y al final es muy agradable cuando todas esas personas están cerca de ti por tu música, por como lo expresas, y en definitiva por estar haciendo lo que más te gusta del mundo.
De nuevo repite como coach en La Voz, recientemente ha llevado su vida al cine, es imagen publicitaria de varias firmas? ¿No genera vértigo tanta sobreexposición?
A veces sí que dices «igual es demasiado», pero me siento muy cómoda con todo lo que hago. Soy una persona que me encanta estar siempre activa, y todos los proyectos y todas las cosas que van pasando los acepto porque realmente me alimentan, aprendo de ellos y me parecen divertidos. Si algún día me sintiera saturada dejaría de hacerlo pero básicamente porque no podría hacerlo con la misma ilusión.
Su legión de fans en Alicante le obligaba a estacionar en su plaza de toros antes de poner rumbo a Santiago de Chile y Buenos Aires?
Me obligaba no, me muero si no. Alicante siempre ha sido un lugar donde siempre nos han acogido de una forma increíble, pero te hablo ya de cuando empezábamos, con 15 y con 16 años. Siempre ha sido un lugar que cuando ves que está en tu gira te hace especial ilusión, así que felicísima de que sea nuestra última parada en España antes de irnos para fuera.
¿Qué le gustaría hacer a Malú que no haya hecho aún?
Yo creo que a lo largo de mi carrera he ido haciendo todo lo que me ha ido apeteciendo. Es verdad que quizás cada año es una evolución, cada día te ofrecen cosas nuevas, pero he tratado de ir reflejándolo en mis discos y trataré de seguir haciéndolo según me sienta en cada momento.
