En esta muestra el público verá parte de la obra que el artista Javier Pastor expuso en Nueva York (Elixir de vida) y otra que llevará a Lisboa (La arboleda perdida). En la primera, la línea recta y la curva se complementan en una imagen dinámica; en la segunda, se liberan del subconsciente de Pastor los recuerdos de su infancia, es un deseo de recuperar el niño interior con ojos nuevos. Son quince obras en formato pequeño, mediano y grande.