Ameno, divertido, participativo y, sobre todo, increíble. De eso se trata y eso es lo que hace el mentalista Toni Bright que llega hoy al Teatro Principal de Alicante con su espectáculo Volver a creer. Doblar cucharillas, leer la mente de las personas y «contactar» con los espíritus son los principales ingredientes con los que este mentalista alicantino deja a los espectadores «con la boca abierta».
Volver a creer, que está recorriendo los mejores teatros de toda España y a partir de octubre estará en la Gran Vía de Madrid durante 9 meses, se dirige tanto a niños de 5 años como a adultos. «Los adultos se lo pasan como niños y los niños disfrutan como adultos», asegura Toni Bright. Y esa es, precisamente, una de las características de su magia y que le diferencia de otros especialistas en la mente. «Aporto algo diferente porque los mentalistas por regla general se dirigen al público adulto, pero en mi caso también pueden participar niños».
Cada día el espectáculo es diferente. Distintos público, distintas reacciones, distinta predisposición. «Hay gente de todo tipo, desde muy escépticos a gente que se involucra enseguida; lo bonito no es pensar cómo se hace sino ilusionarse con el espectáculo y creer de nuevo en la magia de la mente porque si perdemos la ilusión no tenemos nada».
Es consciente de que lo desconocido es un imán para el público. Por eso, su número estrella llega al final del espectáculo cuando contacta -«entre comillas, como digo yo»- con los espíritus. «Es lo que más llama la atención porque es el efecto más diferente de todo el show y la gente sale con los ojos como platos, el público alucina». Incluso hay gente que se queda con ganas de más y repite. «Hay muchos que vuelven y repiten porque además cada día es diferente y nunca pasa lo mismo».
Toni Bright, que empezó en el Club INFORMACIÓN, lleva muchos años sobre los escenarios y ya en los 5 primeros minutos de espectáculo «me doy cuenta de cómo va a ser el show, si va a ser sencillo o complicado, si la gente va a participar, si va a haber buen feeling».
Asegura que el momento más importante de su carrera fue «cuando comencé, cuando era pequeño y me sentaba con mi padre delante de la televisión cuando salía un mentalista». Así empezó un camino que le ha guiado hasta llegar a donde está ahora, eso sí, a base de investigación y empeño personal, ya que «todo ha sido de manera autodidacta».
Superado el momento en que comunicó a sus padres a qué se quiera dedicar, Toni Bright asegura que a quien más admira es «a la gente que vienen a mis espectáculos porque ellos son los que hacen a Toni Bright».
