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Cazafantasmas

Vuelven y ahora todas son mujeres

El director Paul Feig, especialista en comedias, se pone al frente de un reparto muy renovado

Vuelven y ahora todas son mujeres

Nada menos que 27 años han sido necesarios para que vuelvan a las pantallas unos cazafantasmas que ocuparon durante mucho tiempo el podium de la popularidad. Protagonistas de dos películas que impactaron en la taquilla, la primera en 1984, Cazafantasmas, y la segunda, Cazafantasmas II, en 1989, ambas dirigidas por Ivan Reitman y con un trío protagonista integrado por Bill Murray, Dan Aykroyd y Sigourney Weaver, su vuelta supone el fin de una larga espera y la renovación total de sus responsables. En efecto, tanto los actores como el director y guionistas han sido sustituidos. Aunque durante la gestación de este retorno se pensó que la mejor solución era mantener al mismo equipo de actores y creadores, la muerte del actor y coguionista Harold Ramis en 2014 dio al traste con este planteamiento. A partir de esta circunstancia, estaba claro que había que recurrir a nuevos actores y técnicos. Eso sí, manteniendo el mismo espíritu del original en los fotogramas. Ahora todo gira alrededor del director Paul Feig, un especialista en comedias que ha firmado títulos como La boda de mi mejor amiga, Cuerpos especiales y Espías.

Feig tenía claro que la oportunidad de relanzar la franquicia era un privilegio y si además la mayores responsabilidades recaían sobre él, el tema adquiría una dimensión única. «Fui -declaró sobre el particular- un gran entusiasta de Los cazafantasmas cuando se estrenó originalmente. La vi en el cine el fin de semana de su estreno y sinceramente no había visto nunca una comedia hacer lo que esa película hizo con los espectadores. La gente, yo mismo incluido, se volvió loca, no solo porque era graciosa. Tenía a la gente más graciosa, a todos nos encantaban Bill Murray, Dan Aykroyd, Harold Ramis y Ernie Hudson, así que verlos juntos, a este supergrupo de tipos divertidos, la hacía aún mejor. Pero lo que la ponía por encima de todo era el contexto de un mundo enorme en el que se combatía a los fantasmas con tecnología... era la mejor idea del mundo. Es una de esas cosas que te hacen decir: "Ojalá se me hubiera ocurrido a mí esa idea"».

Cuando Paul Feig entró en contacto con los nuevos productores sabía que llevaban mucho tiempo buscando la forma de hacer una secuela y empezó a meditar sobre el tema. «Gente graciosa -pensó- enfrentándose a lo paranormal sigue siendo la mejor idea del mundo, y me pareció que aún quedaba mucho por explorar más allá de los mundos de los dos primeros filmes. Me planteé: "¿Cómo lo haría yo?" Bueno, pues lo haría con las cuatro mujeres más graciosas que conozco. Eso me entusiasma, porque lo convierte en algo nuevo».

Lo curioso es que Feig llevaba tiempo empeñado en hacer una gran superproducción con mujeres, pero no era fácil decidir cuál podía ser la película más adecuada, con el reparto idóneo. Es más, la química tenía que ser la correcta en todos los aspectos.

Incluso Ivan Reitman estaba encantado con las posibilidades cómicas que ofrecía la idea de Feig. «Lo verdaderamente interesante -dijo- de la idea de Paul es que no era una cuestión de sexo. Es sobre la amistad de cuatro personajes concretos mientras hacen algo extraordinario». Así, con el respaldo de Reitman y del estudio, Feig colaboró con Katie Dippold para coescribir el guión. «Solo había una persona -señaló Feig- con la que quisiera escribir esto, y esa era Katie. He trabajado con ella en otros proyectos y sé que le encantan las historias de fantasmas. Le encantan las películas de miedo. Era una combinación ideal».

«Al principio -recordó Dippold-, pasamos mucho tiempo hablando de cómo queríamos que fuera el guion. Luego hablamos de la historia y los personajes. Nadie quería hacer una nueva versión de los personajes originales, Venkman siempre será Venkman. Así que se nos ocurrieron cuatro personajes nuevos propios».

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