Su argumento tiene reminiscencias de Doce del patíbulo y cuenta la historia de los villanos de DC, contratados por el gobierno para ejecutar misiones suicidas a cambio de una reducción de su condena. Un relato de acción que ha dirigido David Ayer, un guionista y director que tiene en su haber títulos como Vidas al límite, Dueños de la calle, Sin tregua y Corazones de acero y que ha reunido un magnífico reparto encabezado por Will Smith, Joel Kinnaman, Margot Robbie, Jared Leto y Viola Davis.
Con guión del propio Ayer, la película conforma un equipo con los más peligrosos y encarcelados Súper Villanos, poniendo a su disposición el arsenal más poderoso del gobierno y envíándolo a una misión para derrotar a un ente enigmático e invencible. La oficial de inteligencia de EE UU Amanda Waller ha creado un grupo secreto que reúne a individuos diversos y despreciables que no tienen nada que perder, y que servirán perfectamente para la misión. Sin embargo, una vez se dan cuenta de que no habían sido escogidos para triunfar, sino por su evidente culpabilidad cuando fracasen de forma inevitable, ¿decidirá el Escuadrón Suicida morir en el intento o será un «sálvense quien pueda»?
Ayer ha utilizado un curioso método durante el rodaje de Escuadrón Suicida que ha llevado a cabo con el reparto de la película, pero no es la primera vez que lo hace. De hecho lo hace desde su ópera prima, Vidas al límite, y consiste en un protocolo que el realizador reserva para sus actores: involucrarse en un periodo intensivo de preproducción que no solo se centra en un entrenamiento físico, también en un riguroso componente emocional. Gracias a esto, Ayer puede conocer a los intérpretes de sus proyectos a un nivel muy profundo.
El actor afroamericano Will Smith, que da vida a Deadshot en la película, ha hablado sobre este método. «Son ensayos técnicos -dijo-, pero no como tal. David pasa mucho tiempo conociendo cosas sobre nuestras vidas, conectando nuestras experiencias con nuestros personajes y encontrando esos paralelismos». Como cuenta Margot Robbie, la psicótica Harley Quinn en la cinta, era como hacer terapia de grupo. «Quiere conocer -dijo- sobre tu historia personal y tus relaciones y tu niñez, cosas que no le contarías a un extraño. Y después tienes que compartirlo con el resto de tu escuadrón. Realmente, eso no me gustó», explicó.
Por otra parte y subrayando las enormes curiosidades del rodaje, el actor Jared Leto se convirtió en el centro de atención de Escuadrón Suicida. Las historias que han contado sus compañeros de reparto sobre los macabros regalos que les hizo y su extraño comportamiento en el set de rodaje han ayudado a crear grandes expectativas hacia su personaje en la película: El Joker. Por su parte, el director de la próxima entrega del Universo Cinemático de DC, David Ayer, tampoco se queda corto. «Siempre me he adentrado -afirmó- en los tenebrosos mundos de la moral en mi filmografía. Estoy fascinado por las preguntas: ¿qué es un chico malo? ¿qué es un criminal? ¿qué es un chico bueno?», añadió.
