Marc Ros (Barcelona, 1974) pone letra y voz al particular universo de Sidonie, uno de los principales atractivos de cartel de EMDIV Festival de Elda y en el que presentarán el primer single del disco que sacarán a la calle en septiembre.

Trece horas de música 'non stop'

Lugar: Elda, en el campo anexo del Pepico Amat

Entradas: 20 euros la entrada general y 49.99 el pase VIP

Horario: la aperturta de puertas será a las 17.00 horas del sábado

Vuestro último disco, Sierra y Canadá, fue un pelotazo, aclamado por la crítica y respaldado por el público. ¿El siguiente seguirá en esa línea o volveréis a ser rupturistas?

Es curioso lo que pasó con Sierra y Canadá, porque al principio tuvo una acogida un pelín fría y a la mitad de la gira, con la salida del segundo single que era Un día de mierda, la cosa empezó a cuajar. Vimos que las salas se llenaban y ya la puntilla final fue que en los festivales la cosa nos fuera tan bien. En ese clima de excitación yo empecé a hacer las canciones para este próximo disco, que se supone que es más alegre, más pop, más melódico? La verdad es que tenemos muy buen feeling con este disco.

¿Mantenéis el uso de sintetizadores, teclados y cajas de ritmo?

La verdad es que no. Aquí lo que hemos hecho ha sido trabajar todo el mundo para el estribillo y encontrar la canción perfecta, que nunca se encuentra, salvo The Beatles o los Beach Boys. Nos daba igual cómo vestir las canciones, en este disco hemos dicho qué necesita la canción y lo hemos puesto y punto. Lo más importante era la melodía.

¿Cuándo sale el disco a la calle?

Pues está terminado y solo nos falta el proceso de mezclas y de masterización. Acabamos de lanzar el primer single, Carreteras infinitas, y el disco está previsto que salga a finales de septiembre. La verdad es que ya tenemos ganas de compartirlo con la gente.

¿Cómo ha evolucionado Sidonie como grupo?

A pesar de que nos digan que hemos cambiado mucho desde el primer disco, lo que sí hemos mantenido es una búsqueda de la canción. Cada disco lo hemos vestido de forma diferente, pero una cosa común es el esfuerzo por intentar hacer buenas canciones. Yo creo que el secreto de Sidonie es el hecho de ser muy amigos y querernos mucho entre nosotros. De ahí la longevidad del grupo.

¿Sonará alguna canción nueva este sábado en Elda?

Lo primero es que vamos a presentar a un guitarrista nuevo, que es Víctor Valiente, y después obviamente vamos a tocar el single avance de nuestro nuevo disco. Presentar Carreteras infinitas y ver cómo cuaja la canción es una de las motivaciones máximas de este concierto.

Supersubmarina, Delorentos, Varry Brava, Zahara, Sidonie? El cartel del EMDIV promete.

A mí desde luego me atrae. Hemos coincidido con casi todos y con Zahara además vamos a hacer una colaboración mutua. Lo hemos hecho en el pasado y vamos a repetir la experiencia en Elda, a ver si gusta.

¿Qué planes tenéis para este verano?

Pues la verdad es que nos han salido más conciertos y más festivales de los que en principio habíamos planeado porque la intención es hacer la gira grande de cara al verano de 2017 con el nuevo disco, pero obviamente esto es positivo y lo vamos a hacer con toda la alegría del mundo.

¿Sois más de sala o de festivales?

El problema es que están cerrando casi todas las salas y cada vez quedan menos. Es un poco terrorífico el escenario, y ahora mismo lo que más hay son festivales. Gozan de un momento de gran salud, y a mí lo único que me da miedo es que los festivales mueran de éxito. De momento el público y la gente lo demanda, así que vamos a seguir tirando de aquí porque no tenemos otra. Mientras podamos tocar y hacer nuestra música nos da igual que sea en una sala pequeña con 100 personas o en un festival con 15.000.

¿Y dónde crees que reside el éxito de los festivales?

En que tienen una oferta imbatible, que es poder ver a muchos grupos por un precio X en una oferta que incluye comida, bebida, estar con mucha gente? Lo único que se pierde es ver a tu grupo favorito de cerca y haciendo su repertorio el tiempo que haga falta. Y esto de momento solo está reservado para los cabezas de cartel.