Es como asegura su directora, Manuela Burlo Moreno, una inmersión, a tiempo real, en la vida de unos personajes cuyos sueños truncados, frustraciones, anhelos y deseos, irán desmenuzándose ante la visión del espectador hasta llegar a comprender que sus caminos están unidos inexorablemente. Es el segundo largometraje de una cineasta que se forjó en el corto, logrando con Pipas numerosos premios, y que debutó en la pantalla grande con Cómo sobrevivir a una despedida, que se dio a conocer en el Festival de Málaga.

El escenario es una gran ciudad en el espacio de una calurosa noche de verano. Varias historias de amor que se entrecruzan a través de seis vehículos: dos coches, una ambulancia, un taxi, un autobús y un tráiler. En cada vehículo los personajes trasladan su pesado equipaje vital: dos adolescentes en un descapotable buscando aventuras fuertes, un taxista herido por una traición, un camionero enamorado por primera vez de una mujer con un triste pasado, un amante curtido en mil batallas, un enfermero que no sabe olvidar, una mujer abandonada sin razones y una esposa cansada de esperar.

Con el riesgo añadido de tratarse de una cinta coral, hay que subrayar el magnífico reparto que ha logrado reunir, que incluye nombres de la categoría de Karra Elejalde, Pilar López de Ayala, Carmen Machi, Ernesto Alterio, Miki Esparbé, Nora Navas y Fernando Albizu.