La directora Lorene Scafaria ha pretendido crear con Marnie un retrato de una mujer eternamente optimista y sorprendentemente eficaz, ya que como muchas de su generación, ha vivido toda su vida dedicada a otra persona, y por primera vez en su vida se encuentra tomando sus propias decisiones sobre lo que quiere hacer. Es el segundo largometraje de una cineasta que debutó en 2012 con Buscando un amigo para el fin del mundo, formó parte de la sección oficial del Festival de Toronto y regala un duelo de actrices notable, Susan Sarandon y Rose Byrne, en los cometidos de madre e hija respectivamente.

Aunque la muerte de su marido cambió su vida para siempre, eso no ha impedido que la eterna optimista Marnie Minervini haga lo posible por estar presente en la vida de su hija adulta, Lori, una guionista de televisión de éxito (aunque aún soltera). Marnie se traslada de Nueva Jersey a Los Ángeles para vivir cerca de Lori. Provista de su nuevo iPhone y una cuenta corriente desahogada, Marnie aborda cada día como una nueva aventura, aprovecha cada oportunidad que surge para hacer nuevos amigos o entablar conversación con desconocidos.