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Qué invadimos ahora

La subversiva comedia política de Michael Moore

El oscarizado director trae una cinta sobre el aprendizaje estadounidense en otras naciones

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Se ha definido como una expansiva, divertida y subversiva comedia en la que el oscarizado director Michael Moore, juega el papel de «invasor», visitando un sinfín de naciones para aprender cómo los Estados Unidos podrían mejorar sus propias perspectivas. El creador de Bowling for Columbine (2002), que recibió el Óscar, y de Fahrenheit 9/11 (2004), que fue nominado a la estatuilla y que conquistó la Palma de Oro de Cannes, vuelve con este hilarante y revelador «grito de guerra». Las soluciones a los problemas más arraigados de EE UU ya existen en el mundo, simplemente están esperando a ser utilizadas.

Autor de una obra espléndida compuesta por una decena de largometrajes documentales, entre los que se encuentran su opera prima Roger y yo (1989), Sicko (2007) y Capitalismo, una historia de amor (2009), regresa a la actividad tras siete años de silencio con un producto marcado por la ironía, la crítica descarnada de la política norteamericana y un agudo sentido del humor. Sin olvidar que es también escritor y que ha firmado libros superventas de la talla de Estúpidos hombres blancos y Qué han hecho con mi país, tío.

Respecto al origen de su último trabajo, Moore recordó lo que le sucedió cuando pasó un par de meses viajando por Europa. «Estaba en Suecia -dijo- cuando me rompí el dedo del pie y alguien me llevó a una clínica. Cuando fui a pagar la factura, no había factura. No lo entendía. En serio, nunca había oído hablar de algo así. Entonces me explicaron cómo funcionaba su sistema sanitario. Y por toda Europa me seguí encontrando con cosas del estilo, pensando "¡Es una buena idea! ¿Por qué no lo hacemos?" Mi idea original era invadir otros países y robar cosas, que no fueran petróleo. Y lo haría sin pegar ni un solo tiro. Tenía tres reglas: (1) No disparar a nadie; (2) no llevarme nada de petróleo; y (3) traer de vuelta a casa algo que pudiésemos utilizar».

Preguntado si estábamos ante su película más optimista, Moore aseguró que quizás ha encontrado un modo más subversivo de lidiar con la rabia que siente por la situación de su país. «Nunca he sido -añadió- un cínico. Siempre he creído que el cinismo es solo una forma diferente de narcisismo. He estado escribiendo sobre prisiones privadas, mujeres que no forman parte igualitariamente de la estructura del poder y otros temas durante mucho tiempo. Debería ser mucho más pesimista y cínico de lo que soy. Nada ha cambiado, y sin embargo todo ha cambiado para mí. Desde los referendos de 2004, cuando todos esos Estados hicieron parte de su constitución que si amabas a alguien del mismo sexo no podías casarte, esto ocurrió hace 10 u 11 años. Ahora, ya ha pasado. Obviamente fue una larga lucha. Pero las cosas cambian todo el tiempo. Cuando pensamos en todas las cosas que han ocurrido a lo largo de nuestra vida, si tienes mi edad: el Muro de Berlín, Mandela; si te fijas en lo que ha pasado este año, solamente en Estados Unidos, de hecho creo que va a mejorar, pero creo que va a ocurrir porque los jóvenes van a hacer que esto suceda».

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