Es una reflexión sobre la memoria, la vida y la muerte en clave de comedia negra donde la importancia de los recuerdos y el olvido se mezclan desde una mirada festiva para acabar siendo un verdadero grito a la humanidad. Es, asimismo, la opera prima del director Pol Rodríguez y su primer título era Camino a casa. Presentada en el Festival de Málaga, en su reparto figuran nombres de la talla de José Sacristán, Sergi López, Laia Marull o Julián Villagrán. Su rodaje se llevó a cabo en las provincias de Alicante y Valencia, concretamente en las comarcas de L´Alcoia, El Comtat y la Vall d´Albaida y localizaciones del interior de la Comunitat como Muro de Alcoy, Gorga, Quatretondeta, Alcoy, Bocairent y Cocentaina sirvieron de escenarios. En esta última localidad se preparó una entrada de moros y cristianos en la que aparecieron como figurantes vecinos del pueblo.
La cinta tiene un comienzo revelador, ya que la mujer del viejo Tomás ha muerto pero no le dejan enterrar el cadáver porque la familia de la difunta reclama repatriar el cuerpo a París. Así que Tomás decide robar el cuerpo para poder enterrarlo en Quatretondeta, un pequeño pueblo del interior alicantino, tal y como le había prometido a su mujer. Pero Tomás tiene un problema: no recuerda el camino para llegar a Quatretondeta... y se pierde.
Es entonces cuando aparece Dora, la hija de la difunta que vive en París, una mujer fría, calculadora y distante, que viene decidida a recoger las pertenencias de la difunta y repatriar el cuerpo lo antes posible. Pero Dora, claro está, no encuentra el cadáver. Así que se tendrá que quedar un tiempo más del previsto en una tierra a la que, aunque ella no quiera, le unen muchas cosas.
Empieza entonces una atípica persecución en la que Dora y Tomás, junto a unos compañeros de aventuras un tanto peculiares como Genovés e Iñaki, luchan para conseguir lo mismo: un cadáver. Y todo esto sucede justo la semana en que tienen lugar las fiestas del pueblo. Un contexto mágico en el que revivirán todos aquellos recuerdos que siempre habían querido olvidar o bien lucharán por mantener los recuerdos que día tras día se van borrando.
Pol Rodríguez habla de Quatretondeta como una tragicomedia con fiesta y muerte en donde destaca el relato costumbrista marcado por las distintas tradiciones populares. Se trata, en su opinión, de una historia que cuenta los deseos de un anciano: enterrar a su mujer en uno de los municipios de la comarca valenciana, a diferencia de su familia que prefiere hacerlo en París, de donde ella es originaria.
