Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Pablo Abraira: «Se aprende más del fracaso que del éxito»

Vuelve con un musical, género que le ha acompañado siempre en su carrera

Llega al Principal de Alicante con Hércules. ¿Qué diría de este espectáculo?

Pues la verdad es que es algo absolutamente nuevo. Sin desestimar todos los musicales que se estrenan que vienen precedidos por un éxito previo en otros países, el que se haga algo netamente español tiene un mérito y se debe valorar. Y desde el punto de vista musical, es un espectáculo familiar, que no es ningún paradigma de la mitología griega, con cierto humor y una estética con acróbatas y bailarines. Tiene su punto de surrealismo y tiene su parte de humor y también de ternura.

Su primer musical fue Lovy, también primer musical español. ¿Cómo afrontó ese reto?

Eso es curioso. El primero para mí en realidad lo hice a los 16 años, Personajes, pero el primero en España profesional fue Lovy y, aunque no fue un éxito, se recuerda con mucho cariño. Entonces era absolutamente marciano, pero el equipo con el que trabajé, con gente como Teddy Bautista o Juan Carlos Naya, me pareció muy atractivo.

Después llegó Evita, donde encarnó al Che, y posteriormente, Jesucristo Superstar, en 1984, un hito en su carrera

Estuvimos con Evita casi seis años y Jesucristo Superstar fue consecuencia de Evita... como llevaba barba me decían en las ruedas de prensa en Latinoamérica que parecía Cristo y los productores pensarían que me iba el personaje.

Es actor, cantante, hace musicales... un artista completo.

Bueno bailar, bailo poco (risas). Pero fíjate que cuando alguien tiene la voluntad, el deseo de transmitir, debe poner el alma en lo que hace. No creo que un artista desarrolle una actividad artística, sino que artista es el que pone el alma en hacer algo de forma determinada. Cuando lo haces lo haces por una necesidad vital.

Después de doce álbumes, con canciones como O tú o nada, Gavilán o paloma y Pólvora mojada que consiguieron estar en el número uno. En 2004 y 2006 sacó discos. ¿Tiene el as en la manga de un nuevo disco o el momento no acompaña?

No sé cuántos tengo, la verdad, no tengo ningún apego a lo realizado. Me interesa lo que estoy haciendo ahora. No soy nada nostálgico. Pero, ahora estoy en ello. La fase de creatividad no se debe interrumpir. Que eso funcione o no es otra cosa. Vivimos en un momento de inmediatez. La vigencia de un disco es ahora infinitamente menor. Eso hace que haya menos éxitos.

El éxito te acuna en sus brazos y de repente de suelta y te deja caer. ¿Qué ha aprendido del mundo de la fama?

Yo creo que lo único que tienes que tomar es conciencia de que todo es efímero. El éxito está bien, pero tienes que controlar para que no se te vaya de las manos y empieces a hablar de ti mismo en tercera persona porque eso ya es peligroso. Tienes que pensar que has tenido suerte y hacerlo lo mejor posible. El éxito no necesariamente es el premio a algo muy bien hecho. Hay cosas que no están tan bien hechas y lo tienen. Hay que estar pendiente de que el éxito no te genere una especie de esquizofrenia entre el personaje famoso y el ser humano. Creo que se aprende más del fracaso que del éxito en muchos casos.

¿Le gusta lo que ve ahora en el mundo del espectáculo?

Hay de todo. Cosas muy interesantes y otras no. Pero es todo demasiado estético y hay que tener cuidado de que lo estético no eclipse las emociones.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats