Hard Times Blues. El blues para los tiempos difíciles que corren presenta esta noche, a partir de las 22 horas, la Vargas Blues Band en La Caja Negra de Las Cigarreras de Alicante. Su líder, Javier Vargas, promete un concierto muy variado en estilos, rico en matices: «El espectáculo cuenta con dos partes, la primera de blues acústico y la segunda más eléctrica. Es una fórmula que funciona muy bien, un aliciente para nosotros y que al público le gusta mucho. Cambian mucho los sonidos, lo que da pie para tocar otro tipo de repertorio».

Este 2016 será un año muy movido para la Vargas Blues Band. «Acabamos de publicar el nuevo disco y ya tenemos más de cuarenta fechas cerradas: Francia, Alemania, República Checa, Inglaterra, Argentina, Brasil, Estados Unidos... Vamos a tocar mucho este año, las expectativas que tenemos son muy grandes. Hemos trabajado a fondo en la grabación de Hard Times Blues para que el público lo disfrute», explica su líder.

El mestizaje es una de las grandes señas de identidad de Javier Vargas: «Me gusta la variedad, es mi visión musical. Tocar temas suaves, otros más fuertes. Nuestro sonido viene sobre todo de finales de los 60, es la generación que me marcó. Ahora adaptamos esa música a los tiempos que corren».

Javier Vargas nació en Madrid pero emigró muy joven junto a sus padres a Argentina. Aquella etapa marcó profundamente su carrera musical. «Empecé a tocar la guitarra en Mar del Plata, actuábamos en garajes de amigos. Toda la música que escuchaba en aquella época es la que me llevó a ser guitarrista, es la que me marcó para siempre. Luego fui a Venezuela y después al sur de Estados Unidos. Fue un peregrinar por el mundo del rock and roll hasta que me formé como músico», señala.

En los más de 40 años que Javier Vargas lleva en el mundo de la música los cambios se han producido a gran escala. «Ha cambiado sobre todo el negocio. La esencia es la misma: sales a un escenario y das lo mejor de ti mismo. Hay público para todos los estilos. La transformación más grande ha llegado con la era digital. Empezó con la venta online y luego con la aparición de Spotify y otras plataformas similares», rememora el guitarrista.

El auge de la tecnología ha aportado una mayor democracia al mundo de la música, según reflexiona Javier Vargas: «La forma de grabar ha cambiado, ahora puedes hacerlo desde el salón de tu casa. Esto permite que surjan músicos con menos medios. También aumenta la competencia. El problema es que ahora no se puede vivir de los álbumes, tienes que salir a la carretera a tocar. Las giras son lo importante».

El discurso de Javier Vargas va más allá de la música y se adentra en problemas sociales como la inmigración, la guerra o la crisis económica. «La política hace que todo sea muy complicado. Necesitamos un cambio global para que mejore la existencia de muchos seres humanos. Yo intento llevar la felicidad a la gente a través de mi música», concluye antes de tocar esta noche.