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Luis Eduardo Aute. Mónovar

«Vamos a un lugar mejor con la calle dentro del Congreso»

Su nuevo proyecto, La gira luna, le lleva a actuar mañana en la localidad alicantina

El cantautor Luis Eduardo Aute actúa mañana en Monóvar. EFE/JUANJO MARTÍN

De la luz y la sombra es el subtítulo de La gira luna con la que Luis Eduardo Aute actúa mañana en el Teatro Principal de Monóvar. El cantautor confiesa en esta entrevista que su vida ha sido un continuo viaje entre luces y sombras, sus coordenadas.

¿Qué es La gira luna?

Es una gira que arranqué hace tres meses. Son conciertos en los que interpreto las canciones más significativas que he compuesto a lo largo de 50 años de carrera. Presento una selección de ellas hecha por mis amigos. Son las que han considerado más importantes. Antes se proyectará una película de 30 minutos de dibujos míos.

¿De qué manera vive este aniversario sobre los escenarios?

No me lo creo todavía. Ni siquiera lo sabía. Me enteré porque unos amigos me recordaron que el primer disco que publiqué fue en 1966. Si lo dicen ellos, debe de ser verdad.

¿Cómo define el momento actual?

Es un momento de gran confusión, de cambios, una situación muy complicada. Soy optimista y estoy seguro de que las cosas cambiarán en profundidad. Espero que lo hagan para bien. Ya se han empezado a notar esos cambios, se están levantado las alfombras y está saliendo toda la porquería que había debajo de ellas.

¿Qué le hace ser optimista?

Me cuesta lo mismo ser pesimista que optimista, así que tiro por lo segundo. Espero que haya inteligencia suficiente para ir hacia un lugar mejor, en el que la calle esté en el Congreso. Hasta ahora había unos políticos que no representaban a los ciudadanos.

¿España es un país preparado para los pactos políticos?

Las dos Españas siguen existiendo. En verdad hay muchas más que dos. Este país ha sido una perpetua búsqueda de la identidad, una sociedad que siempre se está buscando así misma. Eso también le hace rico y es lo que le permite ser impresionante. Aunque también sea problemático. Hay una España que aborrezco, la del «yo soy español». Otra es extraordinaria. La del Siglo de Oro, Buñuel, Falla, Albéniz, los místicos... Hay una España interesante y otra insoportable y cada vez nos fijamos más en la que no merece la pena.

¿Vivimos un periodo de revolución?

Estamos en proceso de ello. Se está desarrollando con radicalidad pero con buena voluntad. Estamos condenados a entendernos, somos la misma familia. De unos años ahora la insatisfacción ha salido a la calle, se ha mostrado en las manifestaciones. Eso es sinónimo de que se ha acabado la Transición y hemos empezado otra etapa en la que tenemos que convivir de la mejor manera.

Volvamos a la música, ¿qué tiene ahora con el paso de los años?

Es una cuestión de ser y no de tener. Esa es la obsesión del capitalismo. Las canciones me han enseñado a ser humano, a ponerme en el pellejo del prójimo. Sin el otro no existimos. Decía Ortega: «Yo soy yo y mi circunstancia». Son muchos años, muchos recuerdos, toda una vida con sus luces y sus sombras. No hay norte, sur, este y oeste. Sólo vamos de la luz a la sombra y viceversa, esas son las coordenadas reales.

En una de sus últimas visitas a Alicante participó en un ciclo cultural junto a Félix Grande, poeta y amigo ahora fallecido hace dos años, ¿cómo se superan las ausencias?

De un tiempo a esta parte han caído casi todas las fichas del dominó. Ley de vida. La sensación de soledad es cada vez más grande.

¿Cómo se le planta cara a esa sensación de soledad?

Se le planta cara intentando seguir vivo, haciendo el trabajo, aplicándose de la mejor manera. Hago poemas, canciones, estoy próximo a la vida, me agarro a ella con más ferocidad cada vez.

¿Qué inquietudes quiere expresar en sus canciones?

La experiencia propia y la experiencia dentro de un colectivo entre seres humanos. Ese tránsito extraño y confuso que estamos viviendo en todo el mundo, esta catarsis de fin de etapa. Repito que estamos condenados a entendernos. Hay grandes desigualdades. No puede ser que el 1% de la población tenga más dinero que el resto. Es otra de las consecuencias del capitalismo feroz. Tenemos que ver cómo sobrevivimos en una situación más justa.

¿Cuál es su consejo para las nuevas generaciones que empiezan en el mundo de la música?

A las generaciones que vienen las animo a torear la vida como puedan. Que lo hagan con coherencia y honestidad. Que disfruten del trabajo de cada uno siempre que puedan hacerlo. Otros empleos se padecen y a veces ni siquiera hay trabajo. No hay consejo que valga. En la vida, por mucho que te cuenten, cada uno hace lo que le da la gana y aprende por experiencia propia. Lo único que les pido es que estén próximos a la belleza, que la busquen, porque la fealdad nos acosa todos los días y es insoportable.

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