Esta es la historia, como señaló la directora Daniela Fejerman, de un proceso de adopción. Y es también la historia de una pareja. Los protagonistas, unos españoles que llegan a adoptar en un país del Este de Europa, van a ver cómo su ilusión inicial se torna desconcierto, y luego indefensión e impotencia ante el descubrimiento de un sistema donde reina la corrupción y donde se trafica con el futuro de los niños y el ansia de los padres. Apenas bajan del avión en el que han viajado a la ciudad en la que han de efectuar las últimas gestiones y regresar con el pequeño se ven inmersos en un entorno progresivamente hostil, en el que salen a relucir los conflictos latentes entre ellos. El sueño con el que llegaron amenaza con convertirse en pesadilla...
Es el cuarto largometraje de la directora Daniela Fejerman, que debutó en 2002 con A mi madre le gustan las mujeres y que sucesivamente realizó Semen, una historia de amor en 2005 y Siete minutos en 2009. Seis años después de esta última, regresa a la pantalla grande tras su experiencia en televisión, que ha incluido la miniserie Como alas al viento. En La adopción, que ha formado parte de la sección oficial del Festival de Valladolid, analiza con especial atención a los personajes esenciales, la pareja que forman Natalia y Daniel.
Los protagonistas llevan muchos años juntos, se quieren, pero no están preparados para lo que les toca vivir. Bajo presión, asomarán conflictos latentes tras años de convivencia. Recorrerán un camino que va desde la expectación e ilusión iniciales al descoloque, la impotencia y la sensación de encierro.
