Verónica Forqué regresa al Principal de Alicante como protagonista de Buena gente, obra de David Lindsay-Abaire que resultó un éxito en Broadway y también en Madrid, adaptada y dirigida por David Serrano. En la obra interpreta a Margarita, una mujer que no desfallece ante la adversidad gracias a una vitalidad que Forqué comparte con su personaje, al que acompañan en el reparto Juan Fernández, Pilar Castro, Susi Sánchez y Diego Paris.
Usted siempre ha tenido cara de buena gente, ¿se identifica con la obra?
Claro, claro. Si no lo entiendes no puedes hacer el personaje. Para mí, Marga es una heroína y la defiendo a muerte. Es una madre soltera que se queda sin empleo a una edad ya complicada, tiene una hija discapacitada de 40 añoscon muchos problemas, que no habla ni se mueve, y Margarita tiene que salir adelante en una situación precaria.
¿Es un drama con sabor a comedia o una comedia agridulce?
No es una comedia, no, es una obra muy realista, amarga y dura, pero tiene humor y el público se ríe mucho porque hay momentos muy cómicos. El personaje de ella, y también sus amigas, son muy graciosas. Margarita es una persona desesperada que a veces hace cosas desesperadas que resultan muy cómicas. Es una obra realista, como pasa en la vida, con momentos duros y dolorosos, pero que también emociona mucho.
La obra fue aclamada en Broadway. ¿Ha sido necesaria adaptarla a la realidad española o tiene un lenguaje universal?
Es una muy buena obra y se entiende muy bien en todas partes. Es americana y se sitúa en un barrio obrero de Boston que podría ser el barrio obrero de cualquier ciudad española y el director, David Serrano, ha hecho alguna adaptación al humor español, pero siendo muy fiel a la original porque está muy pegada a la realidad y su grandeza reside en la sencillez de su verdad, en el humor y en la manera tierna y compasiva de contar las cosas. Es también una reflexión sobre el éxito y el fracaso en la vida, si depende de la suerte o de la determinación personal.
¿Luchar siempre tiene su recompensa?
Lo interesante es que mi personaje, que ha fracasado, no tira la toalla nunca y no se rinde jamás.
¿Con qué se queda de su personaje?
Supongo que yo soy también una mujer con bastante coraje, luchadora, que trato de ser feliz y hay una alegría de vivir que yo también tengo, que a veces una la pierde, pero no hay que tirar la toalla.
¿Qué tal has estado dirigida por David Serrano, que también es director de cine?
Ha sido una experiencia estupenda. Él me conocía porque vino a verme en otra obra anterior, Shirley Valentine, le gusté porque vio cosas en común con el personaje y tuve la suerte de que me diera este papel tan maravilloso. Es estupendo trabajar con él, muy fácil.
También debe de ser fácil trabajar con usted.
Bueno, soy muy respetuosa y disciplinada y quiero que el director quede siempre contento con mi trabajo, que confíe en ti porque le respetas.
¿Prepara también una película con David Serrano?
Sí, hemos hecho ya la película, se llama Tenemos que hablar, en la que yo hago de madre de Michelle Jenner, que es la protagonista junto a Hugo Silva. Es una película muy sentimental que se estrenará en febrero.
¿Espera grandes cambios en la cultura tras las elecciones del 20 de diciembre?
¡Claro! Hace mucha falta. La subida del IVA ha sido una catástrofe y los productores lo tienen muy difícil para sacar adelante las obras, son auténticos héroes. Afortunadamente, esta obra ha ido muy bien en Madrid y también está yendo muy bien fuera.
Su personaje se queda sin empleo a su edad. ¿Es difícil encontrar papeles en su caso?
Es más difícil que cuando tenía cuarenta años, pero yo estoy muy agradecida por haber tenido mi momento. Afortunadamente, sigo teniendo ofrecimientos y no me falta trabajo, así que no me puedo quejar.
