¿Cómo define a
Es una obra divertida, fresca, veraniega... Eso dicen las críticas. El público siempre se ríe de principio a fin. La estrenamos hace dos años en el Festival de Mérida y hemos sido galardonados con los premios Ceres y Max y en el Festival de San Javier. El texto gira en torno al amor, la libertad y las ganas de ser feliz. Los espectadores salen con muy buen rollo después de verla.
Con tanto premio y después de dos años sobre los escenarios, llegarán bien rodados a Alicante, ¿no?
En Mérida nos vieron 5.000 personas en cinco días. Hemos estado muchos meses en La Latina, ahora nos encontramos de bolos por toda España y en Navidad regresamos a Madrid. Así que tenemos que estar encantados de la vida. Una comedia así viene bien en estos momentos, la gente lo agradece mucho.
Pepón Nieto, Anabel Alonso, Alejo Sauras o Antonio Pagudo son algunos de los actores de la obra...
Estoy satisfecho con la interpretación de todos ellos. Muchos también han sido premiados, contamos con un reparto de lujo. Me senté el día del estreno y me emocioné al verles cantar y bailar. Le sacaron más a sus papeles de lo que yo quería.
Escribiendo o actuando, ¿en qué registro se encuentra más cómodo?
Me dedico a esto desde hace 20 años y me gustan los dos aspectos. Cuando llevo mucho tiempo ejerciendo como actor me apetece retirarme a casa a escribir con Pep [Antón Gómez] y cuando escribo me apetece volver al plató. He tenido la suerte de alternar, me gustan las dos cosas y no sabría elegir. Desde la escuela de teatro de Barcelona lo he compaginado. Empecé escribiendo obras de teatro en las que me daba un personaje. Ahora con la televisión no puedo y escribo para los demás.
En la televisión se le conoce, sobre todo, por el personaje de Antonio Recio. También ha protagonizado papeles serios, como la interpretación de Gil-Robles para la serie Clara Campoamor. La mujer olvidada. ¿Alguna preferencia?
Me gusta todo, no me defino como actor de comedia porque me encanta el drama. Uno hace los papeles para los que le llaman, y normalmente suelen llamar para lo último que te han visto hacer. Lo que de verdad me gusta es que los personajes sean buenos, que cuando leas el guion tengas a lo que agarrarte, y no siempre es así.
Su fama habrá crecido mucho desde que aparece en La que se avecina...
Es normal que esto suceda. Pasé diez años en el teatro y tuve la misma audiencia que en un capítulo de la serie Plats bruts de TV3. La televisión llega a todas las casas y la popularidad está servida. Lo fundamental de esta profesión no es tener esa proyección, es dedicarte a lo que te gusta.
¿Qué puede decir de Antonio Recio?
Es una caricatura de una mala persona, egoísta, xenófobo, tiene todas las lacras que puede haber en la vida. Como persona es un santo y como personaje un bombón, no lo cambiaría por otro. Pero en la vida real te amargaría que tu presidente de escalera fuera con una pistola en la mano.
¿Cuál es su reflexión tras las elecciones del domingo en Cataluña?
Soy catalán y trabajo en Madrid, así que realmente vivo en el AVE. Del tema de la independencia no tengo interés en tomar partido públicamente. Sí que creo que independentistas y no independentistas quieren votar y no debería ponérsele pegas. Si no se les deja, la democracia queda tocada. Cuando un pueblo quiere hacer una consulta hay que dejar que la haga. Es como si en Madrid quisieran votar entre monarquía y república.
Hace un tiempo surgió un bulo en Internet que le daba por muerto en accidente de tráfico, ¿cómo vivió esto?
Me pareció fatal, sobre todo porque la gente se lo cree y te empiezan a llamar familiares y amigos. Hay personas que te llaman llorando. Afortunadamente yo estaba volando con mi familia y mis hijos y todos teníamos los móviles apagados. Cuando llegamos de Roma los teléfonos estaban saturados.
¿Cómo se enteró?, ¿Puso una denuncia?
Yo me enteré porque me llamó el actor Eduardo Gómez bastante nervioso. No se puede luchar contra ello porque son webs que no están registradas en España.
