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Ma ma, un dramático canto a la vida

Penélope Cruz es Magda, una maestra en paro que acaba de ser diagnosticada de cáncer de mama

Ma ma, un dramático canto a la vida

Se sumerge en el universo de Magda, una maestra en paro que acaba de ser diagnosticada de cáncer de mama y es la nueva película de un Julio Medem. Uno de sus principales alicientes es que supone el regreso de la actriz Penélope Cruz al cine español. Calificada por el realizador como un canto a la vida y de un drama con mucha luz y amor, la cinta destinará el uno por ciento de la recaudación en taquilla a apoyar la prevención e investigación del cáncer. Ha sido seleccionada para participar en el Festival de Toronto en la sección oficial «Special presentations» y se ha vendido a 35 países.

Escrita por el propio Medem, cuenta cómo tras saber que tiene un cáncer de mama, Magda reacciona sacando toda la vida que lleva dentro. Su lucha valiente y optimista hará posible que ella y su entorno más íntimo vivan insospechadas escenas de humor y delicada felicidad. Según señaló el cineasta vasco, La esencia de Ma ma es el sentimiento con el que Magda se enfrenta a la tragedia de su vida, que le aparece, se le pone de frente en dos momentos; tras superar el primero, llega el segundo. Uno le avisa que está al borde de la muerte, el otro no tiene escapatoria. Son dos cánceres; el de su mama derecha es curable, el de la izquierda incurable.

Ma ma contiene así, en su opinión, dos partes bien diferenciadas. La primera «ma» es una historia de superación, en su tragedia los cangrejos que asoman por la arena vienen trayendo mucho miedo pero finalmente regresan al mar. La segunda «ma» es una tragedia incontestable, los cangrejos no se detienen, aunque Natasha con sus blancas manos de niña los coja y los tire con fuerza al mar. No es así la realidad, pero importa el gesto, la vida prometida que es Natasha, lo que Magda va a dejar a los demás después de que se la lleven los cangrejos.

La historia de Ma ma, precisó Medem, ocurre durante un largo año con dos veranos, del 2012 al 2013. Magda no ha cumplido los cuarenta y es maestra, pero el día uno de la historia, a finales de junio, cuando acude a su ginecólogo porque se ha notado un bulto en el pecho ya sabe que el próximo curso va a estar en paro, se lo dijeron hace tres meses. Esa tarde, en la peluquería, su marido, el padre de su hijo Dani, la deja por WhatsApp. Es esencial reparar, señaló el realizador y guionista, en que Magda no cree en la trascendencia del alma, ni en un Dios creador, sino en la vida de aquí, «que es lo único que sabemos que tenemos».

«Entre las intenciones que me propuse estaba la de no subrayar la tragedia, no hundirme en las sombras ni cebarme en el sufrimiento. Los personajes deberían contener las lágrimas, pero muchas veces resultaba casi imposible para los actores», señala el cineasta. Finalmente, Medem expresó que la propuesta era buscar la luz, sin que apenas molestara, abrir un agujero en el techo cuando la historia se pone dura y solo queremos bajar la cabeza.

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