Beneixama celebra del 6 al 10 de septiembre sus fiestas patronales en honor a la Divina Aurora. Cuatro comparsas conforman los festejos: Cristianos, Estudiantes y Labradores por parte del bando de la cruz mientras una única el de la media luna, los Moros.
La tradición y las costumbres marcan estos festejos que guardan la esencia de la soldadesca que dio inicio a los Moros y Cristianos. El municipio se sumerge en unos días de convivencia en calles llenas de pasodobles, marchas moras y arcabuces.
La Entrada
El 6 de septiembre es uno de los días grandes de unas fiestas que cada año recibe un mayor número de vecinos de otras poblaciones que acuden para ver los boatos que las capitanías de las cuatro comparsas organizan. Un espectáculo que ha tirado de la imaginación para conseguir cautivar al público con menos gasto económico.
En ella participan más de 35 bandas con más de 1.600 músicos, boatos y carrozas. A los músicos se suma un censo de más de 700 festeros socios y más de 400 festeros acompañantes.
Horas antes, en el balcón del Ayuntamiento, a las 12 horas se rezará el Ángelus y se izarán las banderas, uno de los momentos más emotivos de las fiestas de la Divina Aurora.
Pase de revista a las tropas
Las fiestas de Beneixama guardan en su programa de actos verdaderas joyas del pasado militar de los Moros y Cristianos. Una de ellas se celebra el día 6 y es la presentación de armas al presidente de la «Filà de Cristians». Las dianas y la presentación de armas al capitán del día son actos que en otros municipios se han perdido y que en Beneixama siguen intactos.
Las palabras como armas
Cuando las fiestas tocan a su fin, los Estudiantes asumen el mando de la población. Desde 1943, el día 10 de septiembre está dedicado a esta comparsa. Ellos realizan su propia batalla en la fortaleza pero en lugar de utilizar los arcabuces, sus armas son las palabras. Desde las almenas del castillo de la plaza del Ayuntamiento ponen en solfa todo lo ocurrido en la población durante todo un año.
