El pasado lunes El Barrio alcanzó una nueva cota en su carrera. José Luis Figuereo llenó el Teatro Real de Madrid para presentar el espectáculo Esencia. Tras el éxito cosechado en el mítico recinto de la capital, Selu sigue en la carretera con la gira en la que está dando a conocer su último trabajo, Hijo del Levante, un disco que ha aparecido después de tres años de silencio, algo inusual en la trayectoria del artista. En la plaza de toros de Alicante el gaditano tendrá la oportunidad de encontrarse de nuevo con los barrieros, este sábado a las 21.00 horas. La entrada cuesta entre 27 y 40 euros.
Llega a Alicante tras una gran actuación en el Teatro Real de Madrid, ¿cómo ha sido la experiencia en la capital española?
No tengo palabras, fue una experiencia increíble, una noche mágica donde un montón de buenos profesionales y el público me hicieron vivir algo parecido a un sueño.
Después de un concierto así, ¿cómo afronta el resto de le gira?
Sigo con más ilusión incluso que antes, ha sido como una inyección de adrenalina, vamos a seguir haciendo que el público de muchas ciudades siga disfrutando del espectáculo y nosotros, por supuesto, también.
¿Qué representa para usted la comunidad de barrieros?
Son mi mundo, yo soy el estandarte pero ellos son el batallón, los que dan sentido y forma a mi música y a mi forma de ser. Sin ellos no tendría sentido.
¿Por qué decidió tomarse tres años de descanso entre sus dos últimos discos?
Lo necesitaba porque llevaba muchos años seguidos sin parar y sentía que necesitaba darme un tiempo para llevar mis canciones un pasito más arriba. Ha sido un tiempo también de trabajo donde he podido escribir sobre temas diferentes a los que estaba acostumbrado.
En la canción He vuelto dice que «hay gilipollas que creen que me estoy muriendo», ¿alguna vez ha escuchado historias así sobre usted?
En realidad esta canción la escribí porque uno de los episodios mas desagradables de mi carrera fue cuando alguien se inventó que tenía cáncer de garganta. Esto llegó incluso a asustar a mis padres que se pensaban que se lo estaba ocultando. He querido dejar las cosas claras a esa gente porque no se puede jugar con estas cosas tan delicadas, dije lo que pensaba de ellos y el tema ha quedado zanjado para siempre.
También dice que la gente no sabe si hace rock o flamenco, ¿qué piensa sobre las etiquetas?
Todo en su género tiene su verdad y su mentira, hay distintos estilos y distintas músicas, pero a la hora de la verdad está lo que llega a la gente y lo que no.
¿Cómo es su vida fuera de los escenarios?
Yo soy una persona muy normal con costumbres muy normales, estar con mi familia, mi estudio y de vez en cuando pasear por la playa solo, fijándome en las cosas, me gusta la soledad no impuesta.
Su relación con los medios de comunicación ha sido tirante en ocasiones, ¿ha cambiado?
Sencillamente es que en los comienzos sobre todo me trataron mal, cuando uno más necesita el apoyo de los medios a mi se me ignoró, fui creciendo gracias al boca a boca. Ahora por supuesto que la cosa ha cambiado y siento la atención de todo el mundo y me llaman de casi todos los lados.
En su nuevo disco trata temas con el alzhéimer o el maltrato, ¿sus inquietudes son ahora mayores?
He ido evolucionando, madurando y al hacerme mayor me he vuelto más sensible hacia ciertos problemas sociales que desgraciadamente son habituales y convivimos con ellos, eso sumado a que estamos en una época de crisis donde hay gente que lo está pasando mal.
