¿Qué es lo que ocurre cuando se unen cuatro treintañeros de Cataluña, amigos de toda la vida, amantes de la música y además cada uno de ellos con la habilidad de tocar un instrumento y, sobre todo, de convertir cualquier lugar en el que se junten en una fiesta desinhibida, desenfrenada y descontrolada? La respuesta es sencilla: Salvaje Montoya.
Descontrolados hasta un punto indescriptible, Salvaje Montoya se apodera hoy (a las 23 horas) del escenario del Palau Altea y mañana de la Sala Ocho y Medio de Alicante (a las 19 horas) para presentar su segundo disco, Rompiendo la Yuca, después de Boda rumana, en el cual repiten la fórmula iniciada dos años atrás para brindarnos en media hora una nueva dosis de imparable diversión instrumental con temas como Santa Mamita del Raval.
Con un rock de garaje y, como no podía ser de otra manera, salvaje, que despierta el alma, y nos arrastra a su mundo en el que no puede esperar de mover las caderas de manera casi sobrenatural. Este grupo, nacido en Sabadell, cuenta a través de la música historias divertidas, narradas desde su vertiente más humorística e irónica con canciones con las que te sentirás uno más de esta atípica familia de modernos rockeros de carretera.
