Es un largometraje con personajes reales inspirado en el clásico cuento de hadas que intenta aportar vida a las imágenes de la película de animación de Disney de 1950 con conocidos y significativos personajes que juega la baza del espectáculo visualmente deslumbrante para una nueva generación. Dirigida por el británico Kenneth Branagh, reciente director de Thor pero previamente de varias adaptaciones soberbias de Shakespeare, está protagonizada por Cate Blanchet, que encarna a la malvada pero incomprendida madrastra; Lily James en el papel de la dulce Ella, una joven que no se da nunca por vencida; Richard Madden que encarna al cortés y deslumbrante Kit, que al principio oculta a Ella su verdadera identidad de Príncipe; y Helena Bonham Carter como la Mendiga y mítica guardiana de Ella, el Hada Madrina.
La historia de Cenicienta, sobradamente conocida, cuenta las andanzas de la joven Ella, cuyo padre, un comerciante, vuelve a casarse tras la muerte de su madre. Ella quiere dar gusto a su padre y acoge con cariño a su nueva madrastra y a sus hijas Anastasia y Drisella en la casa familiar. Pero, cuando el padre de Ella muere inesperadamente, la joven se encuentra a merced de una nueva familia celosa y cruel. Al final, Ella queda relegada a ser una sirvienta cubierta de ceniza por lo que le ponen el triste nombre de Cenicienta. Pero no pierde la esperanza y a pesar de la crueldad con la que la tratan, está dispuesta a cumplir las últimas palabras de su madre que le dijo que debía «ser valiente y amable».
Pero Ella no caerá en la desesperación ni despreciará a los que la maltratan. Y además está ese apuesto extraño que conoce en el bosque. No sabe que se trata de un príncipe; cree que es un aprendiz que trabaja en Palacio y que ha encontrado su alma gemela. Y su suerte está a punto de cambiar cuando envían desde Palacio una invitación abierta a todas las doncellas para que asistan a un baile donde Ella confía en volver a ver al encantador Kit. Por desgracia, su madrastra le prohíbe asistir y desgarra su vestido en un acto de crueldad. Pero, como en todos los buenos cuentos de hadas, siempre hay alguien que acude en su ayuda. Esta vez toma la forma de una bondadosa mendiga que, armada con una calabaza y un par de ratones, cambia para siempre la vida de Cenicienta.
Para Branagh, es imposible no relacionar a Cenicienta con Disney y las inolvidables imágenes con las que hemos crecido todos. «Y esos momentos clásicos -añadió- ejercen un atractivo irresistible para un realizador. Hemos tenido la inmensa suerte de contar con Lily James que encarna a la Cenicienta perfecta. Combina una belleza espectacular con inteligencia, ingenio, sentido del humor y elegancia. Su Príncipe es Richard Madden, un joven actor dotado de un gran carisma. Es divertido, listo y sexy y un excelente partido para Cenicienta».
El director de la película reconoció que nunca pensó que un día dirigiría un cuento de hadas. «Pero me fascinó -dijo- la fuerza de esta historia y me di cuenta de que mi visión encajaba con la creatividad visual que estaban desarrollando». Por su parte, la productora Allison Shearmur subrayó que Cenicienta es la historia que mejor expresa el triunfo del bien sobre la desesperación y la tragedia, y eso es algo con lo que todos podemos identificarnos».
El guionista Chris Weitz afirmó que no estaban haciendo una versión revisada de Cenicienta. «La protagonista hace lo mismo -añadió- que el personaje en el cuento de hadas, pero al público moderno le resulta difícil comprender por qué no se va y acude a los servicios sociales o a pedir ayuda a algún sitio. Para nosotros lo importante era plasmar la grandeza y la belleza de la historia y de la heroína. Desprenden fuerza, determinación y sentido del honor, cualidades que escasean en los héroes actuales».
