Nos mete de lleno en el sórdido mundo de las favelas de Río y lo hace a través de tres chicos que viven en ellas y que van a comprobar cómo sus vidas cambian para siempre desde el momento en que encuentran una cartera en el vertedero en el que buscan a diario objetos que puedan proporcionarles dinero para sus sustento. Es una adaptación de la novela de Andy Mulligan Reyes de la basura, que ha adaptado el guionista Richard Curtis y que ha dirigido un Stephen Daldry que es responsable de una filmografía tan corta como brillante, integrada por cuatro películas de las dimensiones de Billy Elliot, Las horas, El lector y Tan lejos, tan cerca, que le reportaron tres nominaciones a los oscars.
Metidos en la trama, vemos cómo aparece la policía local para ofrecerles una generosa recompensa por la cartera, de modo que Rafael y Gardo, que son los que han vivido el hallazgo, comprenden que han encontrado algo importante. Por eso deciden recurrir a su amigo Rato y ya los tres se lanzan a una extraordinaria aventura para intentar quedarse con la cartera y descubrir el secreto que esconde. En el camino, deberán distinguir entre amigos y enemigos, juntar las piezas del rompecabezas para entender la historia de José Angelo, el dueño de la cartera, y aprender a no fiarse de la policía, especialmente del peligroso Frederico. Dos misioneros estadounidenses que trabajan en la favela, el decepcionado padre Julliard y su joven asistente Olivia quizá tengan la clave para encontrar la solución.
Fue el productor Kris Thykier el que se dio cuenta inmediatamente del potencial de la novela y el que decidió poner en marcha el proceso de llevarla a la pantalla. «Reyes de la basura -declaró- no dulcifica el mundo en el que viven los personajes. La vida de esos chicos es de una dureza inimaginable, y no sólo es importante mostrar el horror y la miseria, sino que en estos barrios también viven personas». Por su parte, el productor Eric Fellner apoyó la propuesta de que un producto como éste tenía en Stephen Daldy al realizador idóneo.
Mientras, el guionista Richard Curtis hizo hincapié en que, a pesar de las apariencias, esta era sobre todo una historia optimista. «Me gusta -subrayó- que haya películas emocionantes que traten de situaciones sociales muy serias. Intentamos demostrar que no se debe categorizar a nadie porque no haya estudiado o porque trabaje en un basurero. Son personas reales, llenas de emociones».
Novela polémica desde que salió a la venta, su autor, Andy Mulligan, comprobó cómo varios colegios rechazaron incluirla en las clases de literatura y se le retiró un premio por ser «inadecuada» para niños. Pero el autor cree que los jóvenes lectores deben saber la verdad de este mundo. «Los chicos -expresó- se esfuerzan por salir de la situación en la que están. La novela lleva a los lectores a lugares nada agradables y les hacer ver que esos problemas existen para que piensen y reflexionen. No me parece mal».
