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La despensa del otoño

Aunque las temperaturas se resisten, no se puede obviar que el otoño se ha implantado con sus productos en el mercado y en nuestras mesas

No cabe duda, de que el otoño es una de las estaciones con más variedad de productos de temporada. Es esta una estación idónea para la cocina, con sus temperaturas más livianas y la naturaleza que nos provee de variados alimentos. El mercado se engalana con productos muy preciados: setas, caza, pescados en su mejor época como la dorada... En resumen, los amantes de la gastronomía están de enahorabuena, pues pueden disfrutar de una gran variedad de productos de temporada.

En las zonas donde hay caza se pueden saborear deliciosos platos: arroz con perdiz y setas, estofado de jabalí, codornices en escabeche, corzo, faisán, ciervo, becada, pato? La carne de caza, por tratarse de animales que viven en libertad, suele ser muy baja en grasas y de gran valor nutritivo.

Hortalizas y verduras

Los meses de otoño son idóneos para llenar la cesta de la compra de variedad de hortalizas y verduras del tiempo, como setas y champiñones, berenjenas, zanahorias, puerros, cebollas, lechugas y escarolas y todo tipo de coles. Unas y otras contienen compuestos que, además de ser los saborizantes y aromatizantes naturales de estas hortalizas, también se distinguen por sus cualidades funcionales antioxidantes y antiinflamatorias. Estos dos efectos son esenciales para que los alimentos sirvan de ayuda al organismo para afrontar los resfriados, gripes e infecciones, comunes en los cambios de estación. También es un buen momento para el boniato, la calabaza, la alcachofa o las acelgas.

Las setas son otro de los alimentos favoritos del otoño. Los aficionados a las setas disfrutan de su recogida y su degustación. Pueden prepararse asadas, a la plancha, hervidas o al vapor. Son deliciosas salteadas con un poco de aceite y ajo o mezcladas en ensaladas, revueltos, como guarnición o relleno de guisos de pescado y carne, en platos de pasta y de arroz, etc.

Con las berenjenas se pueden preparar innumerables recetas: rellenas, empanadas a modo de guarnición, en ensalada, como crema suave o paté vegetal, albóndigas vegetales o ingrediente principal de canelones. De cualquiera de estas maneras, resultan un complemento perfecto para una dieta de transición.

Las coles en todas sus variedades -coliflor, berza, de Bruselas, brócoli, etcétera- son ricas en vitamina C y ácido cítrico. Las coles pueden prepararse hervidas y constituir un primer plato o servir de acompañamiento de otras verduras y hortalizas como zanahoria, patata o judías verdes. También es posible servirlas gratinadas, combinadas con un plato de legumbre o frías en una original ensalada.

Frutos otoñales

Uvas, peras, manzanas, plátanos, frutos del bosque (moras, arándanos, grosellas) y granadas son frutas que, aunque puedan estar disponibles durante todo el año, su presencia es obligatoria en lo que es su temporada natural, los meses de otoño.

La granada, y aquí tenemos la mollar de Elche, tiene muy pocas calorías gracias a su elevado contenido en agua. Consumir granada en la alimentación cotidiana es fácil. Se puede disfrutar de su peculiar textura mezclada en las ensaladas o como acompañamiento en forma de salsa de carnes o de pescados.

Quesos

Con la llegada del frío se recomienda aumentar el consumo de lácteos, ricos en vitamina B y D, grasas, proteínas y glúcidos de alto valor nutritivo. Los quesos favoritos de esta época del año son los quesos más cremosos e intensos. Acompañados de un buen vino pueden ser el compañero ideal de una tarde otoñal.

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