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Verónica Forqué

«No aprendemos la lección»

Verónica Forqué recorre la Historia de los Trastámaras a los Austria en el Principal de Alicante

Ha comprobado que la historia se repite, que el ser humano no aprende y que aún queda mucho por avanzar. Y lo ha hecho a través de Así es, si así fue (España: de los Trastámaras a los Austrias), un montaje teatral pero también poético y musical. La actriz en esta ocasión bascula entre el humor y el drama ante los espectadores en este montaje diferente, definido como comedia humanística. Los mismos poderosos, los mismos sometidos, los mismos vicios y virtudes. «La historia es completamente cíclica», asegura.

Así es, si así fue (España: de los Trastámara a los Austrias). ¿Qué encierra un título tan rimbombante?

Es un espectáculo muy bonito, sorprendente, porque cuenta muchísimas cosas de nuestra historia, cosas de las que uno realmente no sabía nada. Tiene un punto de vista muy crítico con las monarquías y señores feudales, y también hay un acercamiento muy humorístico porque hay momentos muy divertidos. Desmitifica mucho a los reyes, cosa que siempre está bien en estos tiempos porque ya no estamos en la Edad media. Igual que uno es crítico con los políticos también puede serlo con todo, incluida la monarquía. Es como una lección de historia, pero muy entretenida y emocionada. Para los actores es muy divertido porque cada uno hace muchos personajes y hay mucha química y mucha complicidad.

Hay músicos en directo y cuatro actores que actúan y recitan. No es desde luego un montaje al uso.

Sí, a veces leemos, a veces hablamos al público y le contamos cosas. Yo por ejemplo cuento por qué a Juana La Beltraneja no la dejaron ser reina. Cada uno tiene un momento en que se convierte en un personaje y cuenta las cosas al público.

Está acompañada de grandes actores, Juan Fernández, José Luis Patiño, Joaquín Notario y José Manuel Seda, dirigidos por una excelente dramaturga y directora, Laila Ripoll, y con producción de Andrea D'Odorico. A priori todo apunta bastante bien.

Eso esperamos. Estamos muy contentos y no es un espectáculo fácil, es muy entretenido pero no es solo un entretenimiento. La escenografía también es de Andrea D'Odorico, con proyecciones te sitúan en el momento que se va narrando, y la música y las canciones son de Marcos León y Rodrigo Muñoz, que son un complemento genial para el espectáculo.

La obra habla del pasado que en realidad actúa como espejo para conocer nuestro presente. ¿Tanto se repite la historia?

Sí, totalmente. La historia es completamente cíclica. Con estas obras te das cuenta de que nos queda mucho para crecer y evolucionar, y a los seres humanos para ser felices. No hemos cambiado mucho. En el monólogo de Bartolomé de las Casas, que es terrible, te das cuenta de que al lado tenemos Ruanda o Bosnia o la corrupción y la hipocresía de las instituciones y lo políticos. Todo eso está muy vivo. No aprendemos la lección.

Y todo ello con un toque de comedia, comedia humanística, como se define en el programa. ¿El humor edulcora en cierta medida las situaciones duras?

Hombre, el humor ayuda mucho a vivir, pero en esta obra hay partes de humor y partes que no lo son, que son tremendas y terribles. Cada escena tiene su clima y su temperamento. Con el humor parece que las cosas trágicas entran de otra manera. Los españoles hemos sido siempre my dados a reírnos de nosotros mismos y eso es bueno.

¿Cómo ve el teatro en estos momentos Verónica Forqué?

Bueno, pues hay cosas que funcionan muy bien y otras que no, como ha ocurrido siempre, pero desde luego el 21 por ciento de IVA ha sido una mala pasada para el teatro. Supongo que los empresarios y los políticos llegarán a alguna conclusión y cambiarán esto porque para los empresarios y para el público es tremendo. Yo tengo la esperanza de que se cambie.

¿Estar sobre un escenario se ha convertido en un lujo?

Pues quizá sí. Hay más de un 80 por ciento de paro en mi profesión. Ha cambiado mucho el espíritu a la hora de trabajar. Ahora las condiciones son diferentes y hay que asumirlo. Es así o no trabajas.

¿Y para cuándo más cine?

Eso no depende de mí. Es difícil. En general todo el mundo hace muy pocas películas en este país y para mujeres de mí edad es difícil. Ya veremos. Yo desde luego el trabajo que viene me hace muy feliz. He hecho muchas películas... a lo mejor he hecho ya todas las películas que tenía que hacer. Pero quién sabe. No hay nada predecible.

La crisis y la política cultural están acabando con la industria del espectáculo. Al menos quedará el talento...

Ah claro. De eso vivimos. Del poco, mucho o regular talento que tenemos cada uno y que nos sirve para contar algo a los demás y comunicarlo, para vivir experiencias de transformación del ser humano. El talento es lo que nos hace seguir adelante.

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