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Supersubmarina

«Damos voz a una generación»

Viento de cara es el nombre de su nuevo disco, que presentan mañana en la Plaza de Toros

«Damos voz a una generación»

Acaban de iniciar nueva gira, ¿qué sensaciones tienen?

Así es, estamos presentando nuestros disco Viento de cara, la de Alicante es la tercera fecha. Afrontamos esta gira con energía, con muchas ganas de presentar nuestras canciones en directo, que funcionen. Tenemos la suerte de compartir escenario con Izal. Son buenos amigos y tienen mucho éxito. Así que seguro que será una noche muy buena para toda la gente que se acerque a la plaza de toros.

Izal es un grupo menos conocido que el suyo, ¿cómo lo puede definir?

Que el público lo conozca más o menos no es lo importante. Son buenos, con un estilo definido. Vienen de un verano lleno de conciertos y actuaciones en festivales, están en un buen momento de forma. Nosotros los hemos visto y son divertidos. Los alicantinos disfrutarán de un dos por uno.

En la sala The One de San Vicente vendieron todas las entradas muy rápido, ahora actúan en un escenario más grande como la plaza de toros...

Alicante es una ciudad que siempre nos ha tratado genial, en la que las entradas se han agotado muy pronto. La gente se entrega con nosotros. Siempre le guardamos una fecha en las giras porque es un lugar al que nos encanta volver.

Aunque en Alicante actúan al aire libre, ahora empieza la temporada de invierno en salas, ¿cómo la afrontan?

Para nuestro grupo es genial. Vivimos una rutina que nos hace falta. Entre semana ensayamos en el estudio y los fines de semana salimos a tocar. En las salas se disfruta de estar cerca del público, en un ambiente recogido, no tan multitudinario. Tiene su punto verle la cara al público, sentir la energía de la gente. Estos conciertos nos gustan tanto como los festivales.

Muchas salas pasan grandes dificultades para continuar abiertas...

Es complicado, se junta todo. No son las circunstancias ideales por culpa de unos impuestos exagerados que no se corresponden a la realidad. No hay ayuda institucional, siempre dependemos de la iniciativa privada. Es difícil pero sobrevivimos. En esta situación hemos podido avanzar bastante y cuando el panorama sea más favorable, trabajaremos más cómodos. Es estresante para todos no saber cómo se va a llegar a fin de mes.

Van a actuar tres noches en La Riviera, ¿cómo valora este hito?

Estamos muy contentos por haber llenado La Riviera tres veces. Es una sala mítica, especial. Hay mucho ambiente en los conciertos. Nos sentimos afortunados, es un éxito. Pero nos importa tanto como si actuáramos en una sala pequeña. Nos debemos al público estemos dónde estemos.

Viento de cara es su último disco, ¿qué puede contar sobre él?

Es un disco que llevábamos tiempo queriendo hacer. Hemos sacado a relucir nuestra experiencia, nuestro bagaje como músicos. Queríamos plasmar lo que habíamos aprendido en directos y grabaciones. Y transmitir energía, optimismo y vibraciones positivas. A la vista están los resultados, la gente lo ha recibido muy bien. No sólo en números, si no por lo que nos hacen llegar vía Facebook y Twitter.

¿Le dan más importancia ahora a las redes sociales?

No ha cambiado nada, o haces buenas canciones o no funciona. No se puede inventar nada en la música. Si la gente no te recibe con entusiasmo, no vas a ningún lado, a no ser que tengas detrás una campaña de marketing brutal.

Su canción Hasta que sangren es un claro mensaje contra la corrupción...

Intentamos capear el temporal lo mejor que podemos. Tenemos varios amigos y familiares que lo pasan mal, son víctimas de la crisis. A muchos de los culpables los vemos en las noticias relacionadas con la corrupción. Esto nos cabrea más. Podemos hacer muy poco. Sólo ser consecuentes con todo y dar voz a una generación. Aunque suene grandilocuente, llegamos a mucha gente. El mundo puede saber lo que piensan los chavales de 28 años.

Ustedes siguen viviendo en Baeza, ¿no hace falta emigrar a Madrid para dedicarse a la música?

No hace falta, nosotros hemos desarrollado toda la carrera en Baeza. Ahora hay más medios para hacer nuestro trabajo: Internet, comunicaciones... Estamos en tres horas en Madrid. Las barreras para llegar al público se han roto. En la capital vives cerca de la escena pero está bien aislarse de todo.

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