Pretende acercarse a uno de los sucesos más controvertidos de la larga y siniestra actividad terrorista de ETA en el País Vasco en el marco de un nuevo contexto marcado por el cese de la violencia que permite abordarlo en la pantalla, según el director Pablo Malo, desde el respeto a los implicados, a sus familias y,especialmente, a lo acaecido, haciendo hincapié en el punto de vista humano. El hecho, como se recordará, tiene que ver con dos jóvenes abertzales que ingresaron en ETA, siendo secuestrados, torturados y asesinados. La cinta nos sitúa en octubre de 1983. Los refugiados vascos Joxean Lasa y Joxi Zabala desaparecen en Bayona sin dejar rastro precediendo a una oleada de atentados reivindicados por el GAL. Iñigo, el joven abogado de las familias, deberá enfrentarse a la creciente convicción general de que los dos jóvenes no aparecerán nunca. Ya en 1995, doce años después, Jesús García, un policía de Alicante, siguiendo las revelaciones sobre el GAL reabre el caso de dos cuerpos que han permanecido diez años sin identificar, tras ser asesinados y enterrados en cal viva. Sus sospechas se confirman, se trata de Joxean y Joxi. Malo ha narrado la historia a modo de thriller, consciente de la cantidad de elementos de los que se disponen y que pertenecen al género policiaco y de investigación.
