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ESTRENOS DE CINE

"Perdida", las oscuras raíces de un matrimonio «perfecto»

Cuando Amy desaparece todo Estados unidos cree que Nick, su marido, la ha matado

"Perdida", las oscuras raíces de un matrimonio «perfecto»

Ha sido definida por sus responsables como una desbocada carrera a través de nuestra moderna cultura mediática que nos lleva hasta las oscuras y profundas líneas de un matrimonio norteamericano, con todas sus promesas en las que no se puede confiar, sus inevitables engaños y su comedia negra como el azabache. En este marco de crisis, la pareja situada en el centro del relato -el antiguo escritor neoyorquino Nick Dunne y su esposa y ex niña guay, Amy, que ahora tratan de llegar a fin de mes en un Medio Oeste que se halla en mitad de una recesión-, presenta todo el sinuoso contorno externo de la supuesta perfecta felicidad matrimonial contemporánea. Pero con ocasión de su quinto aniversario de boda, Amy desaparece y ese contorno se resquebraja formando un laberinto de fisuras. Nick se convierte en el principal sospechoso, envuelto en una niebla de comportamiento equívoco. Amy se transforma en el cacareado objeto de un frenesí mediático, mientras que su búsqueda (esté viva o muerta) se desarrolla ante los ojos de un mundo sediento de revelaciones.

Al igual que Nick y Amy personificaban la pareja romántica quintaesenciada, la desaparición de Amy presenta todos los indicios de un emblemático crimen doméstico norteamericano. Pero la desaparición de ella se convierte en una especie de laberinto de espejos en el que unos secretos tentadores y salvajes conducen a otros secretos salvajes y tentadores. Los acontecimientos que se desarrollan están repletos de sobresaltos y complicaciones, pero las dudas que permanecen son de las que, cortando con precisión de bisturí, llegan hasta el hueso: ¿Quién es Nick? ¿Quién es Amy? ¿Por qué formamos cualquiera de nosotros parte de matrimonios -y de una sociedad- edificados sobre una precaria base de imágenes proyectadas y disfraces?

Estás son las coordenadas que sitúan en su justo contexto Perdida, la más reciente película de uno de los realizadores norteamericanos más interesantes del momento, un David Fincher que debutó en el largometraje en 1992 con Alien 3 y que tiene en su haber películas de la categoría y de la capacidad de influencia de Seven 1995), El Club de la lucha (1999), Zodiac (2007), El curioso caso de Benjamin Button (2008) y La red social (2010), que le han aupado hasta el olimpo del cine de Hollywood, especialmente en las esferas de ese thriller que domina con un virtuosismo más que evidente.

Ahora, tras el escaso impacto de su cinta previa, Millenium: los hombres que no amaban a las mujeres, recupera todo su prestigio con esta versión de la novela de la escritora Gillian Flynn que ha arrasado en las pantallas norteamericanas. No hay que olvidar que el libro fue un superventas internacional que ha permanecido más de cien semanas en la lista de los más vendidos del New York Times y que su trabajo ha sido traducido a 41 idiomas. Con el aliciente extra de que la propia novelista ha efectuado la adaptación a la pantalla. El emparejamiento de la perspicacia inmisericorde de Flynn con la narración visual hábilmente atmosférica de Fincher, dio lugar a una potente mezcla con la suma del humor negro que impregna el relato; y su enfoque sesgado del matrimonio, la celebridad y el modo como damos forma una y otra vez a la historia de nuestra vida.

«Era como si David -señaló el actor Ben Affleck- interpretara lo que Gillian había escrito y, luego, esa interpretación fuera nuevamente sometida a Gillian cuando ella la recogía sobre el papel. Y durante ese proceso se añadió todavía más ingenio, más contenido sarcástico, y un gran número de notables observaciones. Todo ello encaja verdaderamente con la obra de David y tiene esa distintiva combinación de ser a la vez divertido y vigorizante».

Nick Dunne, el protagonista, llega a casa el día del quinto aniversario de su boda y encuentra la puerta delantera entreabierta, los muebles desparramados y ni una sola huella de su bella y medio famosa esposa. Así comienza su instantánea transformación pública de esposo afortunado a un hombre que se revuelve ante el foco de los medios de comunicación. Etiquetado como el proverbial sospechoso número 1, el antiguo chico de oro de la ciudad estalla en una serie de mentiras, engaños e impropiedades que no le hacen ningún favor. Su imagen mediática no es bonita: sufre decepciones; tiene resentimientos; guarda secretos del tipo que alimenta las imaginaciones. Pero, ¿es Nick un asesino?

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