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Miguel García, gerente de El Cantó

«Me gusta creer que El Cantó es un espacio bendecido"

Miguel García, en su restaurante, con las paredes llenas de recuerdos. RAFA ARJONES

Almeriense, nacido en Vélez Blanco, y residente desde los ocho años en Alicante, Miguel García Navarro, propietario del restaurante El Cantó, lleva 45 años en el mundo de la hostelería. Hace 30 años que abrió el restaurante y se hizo empresario. Ha desarrollado su profesión como si fuera un oficio, algo artesano, siempre buscando hacer las cosas bien hechas. Dice que se le han pasado estos 30 años casi sin darse cuenta. «Parece que fue ayer cuando abrí El Cantó». Señal de que ha disfrutado mucho ejerciendo este trabajo. «Pero sigo abriendo a diario con el mismo miedo del principio, con igual incertidumbre, con idéntica responsabilidad, pues de este negocio viven varias familias, y eso es algo importante».

Al mismo tiempo, confiesa que disfruta mucho sirviendo a los clientes, «hablando con ellos, haciendo que se sientan bien mientras están aquí. No sólo hay que dar buena comida y buena bebida, hay que establecer relación con el cliente».

Le agrada contar que una de las causas de que la gente se encuentre a gusto en El Cantó, además de por la comida, «es porque el local está exactamente en el lugar que ocupaba una ermita. Me gusta pensar que es un espacio sagrado, que está bendecido».

A nivel gastronómico, afirma ser «un defensor de la cocina tradicional». En contra de las modas, más o menos foráneas, piensa que «es necesario que sigamos existiendo un grupo de hosteleros que hacemos una cocina basada en el producto de temporada, que contemple platos ricos de cuchara para los que tienen que comer fuera de casa a diario».

Miguel García confiesa que todo el trabajo que ha desarrollado a lo largo de estos 30 años «hubiera sido imposible sin el apoyo y la confianza de mi mujer, María del Carmen». Este hombre exigente en su trabajo, es también generoso cuando dice, emocionado, haber recibido mucho por parte de Alicante y de los alicantinos. «Ser reconocido por la calle, haber sido objeto de diversos homenajes, ser alicantino de adopción, haber representado a la ciudad? todo eso tiene para mí un inmenso valor».

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