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La riqueza está en los fondos

Grupos de capital nacionales y extranjeros intensifican la entrada en el accionariado de grandes empresas de la provincia y en parques comerciales

La última semana ha sido una de las más intensas en la provincia en el terreno de los movimientos empresariales. En apenas dos días, se han conocido tres operaciones de compra por parte de fondos de inversión o de gestoras inmobiliarias que han dado como resultado el cambio de manos en el capital de la marmolera Levantina, los hospitales de Torrevieja y Vinalopó y el Centro Comercial Habaneras, también de la ciudad salinera.

Estos movimientos no son nuevos ni en España ni en Alicante. Grandes grupos de inversión nacionales o internacionales hace años que tienen participación o son dueños de algunas marcas y empresas provinciales de los sectores de la industria, los centros comerciales, el «rent a car» o el inmobiliario. Unas inversiones que cambiaron el nombre de los propietarios de compañías alicantinas, algunas de ellas con un marcado carácter de empresas familiares.

De hecho, estas operaciones, que no suelen permanecer más de cinco o seis años en el capital, ya se iniciaron en la anterior fase expansiva de la economía. Pero fue tras la crisis, cuando el país comenzaba a invertir la tendencia y se vislumbraba el camino de la recuperación, el momento en que estos fondos o multinacionales decidieron ampliar el punto de mira de sus inversiones en España y también en Alicante.

Tras un año intenso en este tipo de transacciones en la provincia, esta semana se ha conocido que Levantina, gigante del mármol con sede en Novelda, volvía a cambiar de manos por tercera vez en doce años. Según publicó el diario económico Expansión, el banco francés BNP Paribas ha vendido la multinacional marmolera al fondo londinense Bybrook, aunque no ha trascendido el montante de la operación. Los bancos prestamistas, liderados por la entidad francesa, ya se quedaron en 2010 la compañía. Acudieron a una ampliación de capital que les dio la mayoría de la propiedad, con lo que se evitaba el concurso de acreedores.

Rotación de fondos

Antes, desde 2006 a 2010 había estado controlada por los fondos de inversión Impala y Charterhouse, que hace doce años compraron a las familias Esteve y Máñez la compañía. Esta fue una de las grandes incursiones de fondos o multinacionales en el capital de compañías emblemáticas de la provincia, aunque un año antes -en 2005- ya vivió idéntico proceso la juguetera Famosa.

Vista Capital pasó a controlar su accionariado. Y, al igual que Levantina, ha vivido desde entonces una rotación de inversores en la propiedad. Famosa -que en 2012 trasladó sus fábricas de Onil e Ibi a Alicante- está en manos de Sun Capital desde 2010. Esta firma estadounidense redujo en 2016 las pérdidas de la compañía de 35 a 7,1 millones, tras llevar a cabo un plan de ajuste. Y al año siguiente recuperaba la senda de las ganancias. Cerró el ejercicio con unos beneficios brutos de 2,4 millones, según distintas publicaciones. Una circunstancia que ya a finales de 2017 generó informaciones acerca de que varias empresas de capital riesgo y del sector analizaban las cuentas de Famosa ante una posible venta.

La potencialidad de crecimiento y el saneamiento de las cuentas son dos de los factores que estas compañías de capital riesgo más valoran a la hora de colocar sus inversiones, según vienen reiterando en los últimos años analistas y expertos. Unas operaciones que, además de garantizar la rentabilidad al inversor, son consideradas como una oportunidad para los negocios que se han sabido adaptar al nuevo escenario económico y que pueden, asimismo, aprovechar la inyección de capital que aportan los fondos para impulsar su crecimiento.

Por otra parte, otras destacadas firmas que hace unos años acabaron en manos de firmas de capital fueron Jofel (productos de higiene y limpieza); Hormigones Forte; Blinker, (comercialización de productos y material auxiliar para montaje en los sectores de automoción e industrial) o Inaer (helicópteros y aviones para servicio de emergencia), que poco después cambió de nombre y adoptó el de su matriz británica Babcock.

De la sanidad al comercio

Desde aquellas primeras irrupciones, la entrada del capital extranjero en la economía alicantina ha ido en aumento. Esta semana, el mismo día que se publicaba la operación en Levantina, se conocía que la aseguradora estadounidense Centene Corporación acordaba la compra de los hospitales de Torrevieja y Vinalopó para 2019. El grupo cerraba la adquisición del paquete accionarial de Banco Sabadell, que asciende al 50% de Ribera Salud, en un acuerdo que se concretará en dos años. La mercantil ya se hizo en 2014 con la otra mitad que estaba en manos de Bankia. Además, la operación incluye el 35% que la entidad financiera tiene en el centro sanitario público-privado de Dénia, controlado por DKV.

Y sin salir de la Vega Baja, ni de Torrevieja, un día después, se hacía público que Castellana Properties, filial española de la sudafricana Vukile Property Fund, cerraba la adquisición del Centro Comercial Habaneras por 80,6 millones. La entrada en el capital de esta gestora, dedicada a la adquisición, gestión y rehabilitación de activos inmobiliarios, es el tercer cambio de manos por el que pasa el complejo comercial desde que abriera en 2005. De momento, este es el último movimiento empresarial conocido en la provincia en el contexto de los parques comerciales.

Un ámbito que, por otra parte, «sigue siendo uno de los más dinámicos y atractivos dentro del sector comercial inmobiliario», según explicaba Javier Hortelano, presidente de la Asociación Española de Centros y Parques Comerciales (AECC).

Atractivo

El directivo incidía en que el crecimiento de la economía española y, de forma paralela, del consumo está impulsando las ventas minoristas, lo que convierte a este sector de centros y parques comerciales en «un atractivo» para los fondos o empresas de capital «tanto españolas como internacionales», al presentar una consolidación y estabilidad, sustentada, además, en que estos complejos «están aumentando cada año su cuota de mercado, con un mayor crecimiento que las del consumo minorista», añadía Hortelano.

Suelen ser parques que cuentan en sus instalaciones con cadenas de hipermercados o alimentación, así como con conocidas marcas nacionales e internacionales del sector textil, de calzado, de bisutería o de complementos, y, en algunos casos, de gasolineras.

En general, en los últimos años se están concretando transacciones similares a la registrada esta semana en el centro Habaneras en otros puntos de España, aseguraba Hortelano, quien subrayaba, además, el factor de estabilidad como gran baza. «Estamos en cifras de inversión de las más altas de la serie histórica», añadía.

«Inversiones a largo plazo»

Para el directivo, la mayor parte de las transacciones que se están registrando son de «inversores a largo plazo», porque «creen en el país y en el sector». Al margen de «Habaneras», en Orihuela Costa, Zenia Boulevard -uno de los mayores centros comerciales de la provincia- también vivía en 2014 otro cambio en su accionariado. Estaba en manos de la multinacional francesa Inmochan y pasaba a entrar como un potente socio el fondo de pensiones de Alaska.

Probablemente, en el ámbito de los parques comerciales sea donde se concentre la mayor participación o irrupción de los fondos de inversión en la provincia. Y fue el pasado año cuando estas operaciones adquirieron un mayor protagonismo. Un periodo que coincide con un ejercicio en que los síntomas de la reactivación económica y del consumo se fueron consolidando.

En abril de 2017, los fondos británicos Patron Capital y Eurofunds se hacían con el centro comercial Alzamora de Alcoy, que estaba en manos de la firma española Incus Capital. Pero fue el mes de octubre cuando se sucedieron varias operaciones de este tipo en dos destacados complejos. A principios de mes, el fondo británico Europa Capital compraba el centro Gran Vía de Alicante, que hasta entonces estaba en manos de Rreef, una filial inmobiliaria de Deutsche Bank. Y poco después le tocaba el turno a Elche. El fondo de inversión TH Real Estate se hacía con el control del 100% del centro comercial ilicitano L´Aljub.

Además, un año antes, la socimi (sociedad anónima cotizada de inversión inmobiliaria) Lar España compraba en Alicante el parque comercial Vistahermosa. Anteriormente, Lar ya controlaba el complejo comercial Portal de La Marina, en Ondara.

Actividad inmobiliaria

Tampoco se escapa de dar entrada en su accionariado a grandes empresas o fondos extranjeros el sector inmobiliario alicantino, que lleva dos años registrando un repunte de su actividad, tras los duros años de la crisis.

En octubre pasado, el fondo Al-Afia pasaba a controlar el 76% de la constructora alicantina Ecisa, pionera en la internacionalización en el sector provincial. El grupo qatarí pasaba, así, de tener el 25% de la compañía hasta el 76%, tras el acuerdo alcanzado con sus propietarios, la familia Peláez, que sigue conservando una participación significativa del 24%. Además, Manuel Peláez continúa como presidente de la compañía y su hermano Enrique sigue siendo el director de Desarrollo de Negocios.

Este acuerdo representaba, asimismo, ejecutar un nuevo plan de negocio con el objetivo de crecer en lo mercados que opera la constructora. En Qatar está presente hace varios años, pero también tiene proyectos en marcha en España, otras zonas de Europa, así como en Taiwán, Argelia o Mozambique.

Por otra parte, el Grupo Marjal, dedicado al sector inmobiliario y residencial turístico, registraba, asimismo, cambios en su división dedicada al turismo. La gestora madrileña de fondos de capital riesgo Corpfin adquiría el 50% de Servicios Turísticos Marjal, que se encarga de la explotación de los resorts vacacionales -cámpings- que la firma tiene en Crevillent y Guardamar. Con la entrada del nuevo socio, el grupo de las familias Fur y Gómez pretende llevar a cabo un plan de crecimiento, con nuevos proyectos.

Al margen del sector inmobiliario, otra empresa de sello netamente alicantino que ha vivido cambios en su accionariado es Gestión Tributaria GTT, creada en 1998 por Fernando Plaza y dedicada a gestionar la recaudación de impuestos para distintas administraciones. El pasado año, el grupo de capital riesgo GED pasaba a controlar el 75% de la propiedad, mientras que el resto sigue en manos de Oquendo Capital y del equipo gestor de la empresa. El 75% que adquiría GED era propiedad del fondo de capital riesgo Realza.

Sectores industrial y hotelero

Heredera de la antigua Inespal, privatizada en 1997 e integrada un año después en la multinacional norteamericana del aluminio Alcoa, Aludium es la nueva entidad que desde 2015 engloba tres antiguas fábricas de Alcoa en España (Alicante y Amorebieta, en Vizcaya) y Francia (Castelsarrasin). Ese año, el fondo estadounidense Atlas Capital compró estas plantas a Alcoa, que empezaron funcionar bajo la marca Aludium.

En esta rotación de inversores en empresas provinciales, otro de los capítulos lo ha escrito el sector hotelero. En octubre pasado, el Banco Sabadell vendía su filial hotelera HI Partners al fondo Blackstone por 630 millones. Una venta que generaría una plusvalía de 55 millones, según informó a la CNMV. La operación incluía una cartera de catorce hoteles, entre los que se encontraba el hotel Villaitana de Benidorm, que adquirió a principios de ese año y que gestiona la cadena Meliá. Dentro de la cartera también estaba el establecimiento Abba Acteón de València.

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