16 lunes
UN PLAN MAGNÍFICO
El pasado fin de semana TV3 dedicó tres horas a una entrevista con Puigdemont y un reportaje adulterado sobre la situación política en Cataluña. La primera fue el untuoso elogio a un prófugo presentado como un Tarradellas víctima del postfranquismo; el segundo, la justificación de un golpe de Estado disfrazándolo de «primavera árabe» en invierno y sin árabes. La apología del delito puede perpetrarse con ostentación, lo que acarrea consecuencias penales, o difundirse clandestinamente con merma de su impacto en la opinión pública. Lo insólito es que sea sufragada por las víctimas, los contribuyentes españoles que amortizamos el déficit de TV3. Me resulta sobrehumano seguir los procesos mentales de quienes descartaron la aplicación del 155 a los medios de comunicación públicos catalanes. Era evidente que habían participado en la trama golpista y que seguirían haciéndolo si no eran intervenidos como otras instituciones autonómicas de mayor rango. La patitiesa moraleja es que el presidente del Parlamento catalán se arriesga a ser imputado si propone la investidura de Puigdemont, pero el director general de TV3 puede homenajearle impunemente a nuestro cargo.
17 martes
LA GUERRA DE TRUMP
En la madrugada del domingo, Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña bombardearon objetivos sirios controlados por el régimen de Al-Assad como represalia por el uso de armas químicas contra la población civil. Es un caso paradigmático de «guerra asimétrica», así llamada por la desproporción de medios entre ambos bandos. En realidad, cualquier conflicto en el que intervenga Estados Unidos es asimétrico: los aviones franceses y británicos tuvieron que enfrentar el fuego antiaéreo, mientras que los estadounidenses lanzaron sus misiles desde naves situadas a cientos de kilómetros o utilizaron bombarderos que volaban a una altura inalcanzable para las defensas. Literalmente, fue un tiro al blanco que explica la ufana pose de «sheriff» con la pistola humeante que Trump desplegó en su discurso televisado (Trump es un protagonista tan imprevisto que hasta mi corrector ortográfico insiste en escribir «Tremp»). Ahora bien, el presupuesto necesario de una guerra asimétrica victoriosa es un conflicto convencional con un adversario localizado. Al no cumplirse esta premisa, Estados Unidos perdió la guerra de Vietnam y casi reincidió en Irak. Lamentablemente, un terrorista suicida combate en una guerra asimétrica y a su manera también practica el tiro al blanco.
18 miércoles
ESPAÑA NO TIENE QUIEN LE ESCRIBA
La postdata a la excursión patriótica de TV3 es la inexistente réplica de los agredidos. Leo dos artículos publicados estos días, el primero de Jürgen Donges, asesor económico de Angela Merkel, y el segundo del jurista Enrique Gimbernat, doctor «honoris causa» por la Universidad de Múnich entre otras distinciones. Donges arremete melancólicamente contra sus compatriotas por la sobrecarga de prejuicios sobre España; Gimbernat destroza en apenas tres mil palabras la resolución que ha exonerado a Puigdemont. Dudo que ambos textos hayan sido remitidos a los medios alemanes, que deberían ser su destino natural si se pretendiera contrarrestar una campaña de desprestigio que incuestionablemente está triunfando. La sensación apabullante es que el adversario copa tribunas, mientras que el Gobierno se encomienda al cauteloso Sun-Tzu con maniobras discretas pero implacables que tarde o temprano fructificarán. Todo esto es deprimente y recuerda la «mengua de reputación» de la que se dolían los ministros de los últimos Austrias. Nadie exige que Rajoy aprenda a maldecir con esdrújulos alemanes, pero incluso Sun-Tzu admitió que vencer sin combatir no siempre es posible.
19 jueves
ARMAS DE MUJER
De la cordillera del Himalaya a la jungla amazónica se daba por supuesto que PSOE y Ciudadanos hablaban de la presidencia de la comunidad madrileña cuando exigían la renuncia de Cifuentes, pero ella ha entendido que la oposición se refería al máster y a lo que ha renunciado ejemplarmente ha sido al título. Desde que el general De Gaulle dijo «he comprendido» a los colonos franceses de Argelia y éstos creyeron que era una muestra de apoyo cuando en realidad el general «comprendía» que su situación era insostenible, los malentendidos se han incorporado a la política como estratagema chispeante. Naturalmente, Cifuentes sabe que lo que se exige es su dimisión y no un gesto penitente, pero ha optado por encastillarse en la eufórica creencia de que su porvenir depende mucho más de Rajoy que de una moción de censura. Dada la célebre impetuosidad del presidente, es posible que el infierno se congele antes de que Cifuentes corra peligro y por ahora sólo cabe compadecerse de docenas de cargos públicos obligados a rectificar por su culpa unos currículos imaginarios que no desentonarían en la sala de trofeos de Ali-Babá y sus cuarenta discípulos.
20 viernes
TESTIGO DE DESCARGO
Descartado el comunicado de Eta como lo sería la noticia de la muerte de Hitler salvo si se hubiese producido antes del Holocausto y siendo incapaz de contener las carcajadas cuando pienso en el Ayuntamiento de Alicante, sólo me resta Montoro. Dado que es imposible malversar fondos públicos si el malversador no puede disponer de ellos y él era el custodio de los asignados a la Generalitat catalana, la malversación implicaría necesariamente algún grado de negligencia ministerial. Situado en la disyuntiva de admitir tal negligencia o negar la malversación, Montoro ha optado por lo segundo. Es comprensible que esta pirueta de pasajero del Titanic aferrándose al bote salvavidas haya desconcertado al Tribunal Supremo. Al margen de que ningún bípedo racional cree que los acusados sufragaran a escote los gastos de la Zarzuela, la acumulación de indicios demuestra que un ataque de pánico político fácilmente degenera en pirueta ridícula. A Montoro le sisaron al descuido y ahora se resiste a ser exhibido en la picota de los titulares como protagonista de un tocomocho institucional.
