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Otra revolución desde arriba

5 lunes

CHURCHILL CECEABA

No tartamudeaba y es una odisea auditiva su pronunciación de «nazis», algo que tuvo que realizar a menudo durante años. Esto exige con mayor motivo prescindir de la versión doblada de «El instante más oscuro». Aunque la voz de Gary Oldham sea lo suficientemente versátil para haberse adueñado incluso de videojuegos de éxito, el cine anglosajón es ajeno al rigor histórico y tal vez Oldham haya omitido los balbuceos trompicados del original: «Narzzssiss» por «Nazis». En «El discurso del rey», Churchill comenta sus problemas de pronunciación al rey Jorge VI, que sí era tartamudo, poco antes del apoteósico final. Pero «El discurso del rey» es otra oscarizada falsificación de la historia y por ello no entiendo algún gesto torcido en el santuario de la tergiversación por «necesidades dramáticas» ante el triunfo de la fantástica «La forma del agua». Según los estándares de Hollywood, es una película tan verosímil como cualquiera de sus «biopics» adulterados. Naturalmente, Churchill no estaba presente en aquel discurso, ni bajó nunca al metro para confraternizar con los londinenses, ni es cierto que Meryl Streep ya actuase antes de que nacieran los hermanos Lumière.

6 martes

DOLCE FAR NIENTE

Decía Montanelli, probablemente sin ironía, que la mejor época para los italianos había sido la de la dominación española. Claro está, Italia entonces no existía como la conocemos y la monarquía española gobernaba directa o indirectamente un conglomerado de reinos, ducados y ciudades carentes de conciencia unitaria. Sin embargo, tal vez alguien recuerde la frase tras las elecciones del domingo. Si se pretendiera extrapolar los resultados a España, el escenario sería un triunfo de Podemos, el hundimiento del PSOE, la victoria en Cataluña, Valencia y Baleares de un partido pancatalanista y el tercer lugar en escaños para un partido de derechas dirigido en la sombra por Mario Conde. Tiene que haber alguna explicación plausible a una situación tan absurdamente terrorífica y no se me ocurre otra que la inoperancia del Estado: una Administración corrupta e ineficiente es una Administración de la que los ciudadanos tienden a desvincularse. El resultado es populismo, nacionalismo u otra plaga colectiva. Al ácido Montanelli le hubiera divertido este pandemónium.

7 miércoles

HERR BOADELLA

El mal fario persigue la agenda del presidente del Parlamento catalán. Cuando debe pronunciar un discurso, provoca una estampida; y cuando es oyente, el orador le desea una condena de cárcel. Existen dos formas autóctonas de aproximarse a la dinámica catalana. La primera es la de Boadella, a quien se suele menospreciar por frívolo; la segunda es la de sesudos analistas que miran al lector con solemnidad mientras realizan pronósticos conciliadores invariablemente fallidos. Hay una tercera vía germánica. El hombre que espera ver al presidente entre rejas pertenece a una asociación de empresarios alemanes que instalaron sus negocios en Cataluña hace lustros y no se plantean la mudanza como sí han hecho catalanes de abolengo que fueron nacionalistas hasta que dejó de ser rentable. Hace unos días, el presidente del Parlamento fue invitado por la asociación a un coloquio y Karl Jacobi tomó la palabra. Que un alemán rubicundo reivindique con erres arrastradas la obviedad del respeto a la ley como antídoto contra la barbarie suena a un Wagner colérico tanto como el sarcasmo extravagante de Boadella a zarzuela cómica, pero en realidad el libreto es el mismo.

8 jueves

EL OSO Y LA DONCELLA

Las mujeres han sido convocadas hoy a una huelga de género en protesta contra la marginación, las discriminaciones y otras afrentas. Contagiado por un innegable espíritu de cruzada, un cardenal incluso ha asegurado que la Virgen María secundaría la huelga. Según las coordenadas contemporáneas, puede que el cardenal ande en lo cierto: una viuda sin pensión romana y con un hijo «ni-ni» que abandona la carpintería familiar. Como las afectadas no se ponen de acuerdo sobre si es una huelga «femenina» o «feminista», no voy a cometer el error de inmiscuirme en una discusión entre mujeres. Supongo que holgarán personas irritadas por una evidencia histórica junto a otras con ambición de poder que han identificado correctamente la causa femenina como un pretexto adecuado. Sobre las razones de los políticos no cabe especular: son electorales. Si han ido capaces de desplegar a la Guardia Civil por una cabra arrojada desde un campanario para contentar a los animalistas, el voto femenino explica que Rajoy corrija a algunas compañeras despistadas que abogan por una huelga «a la japonesa»: dos horas de planchado en lugar de una.

9 viernes

VANGUARDIAS

Los titulares de hoy son monotemáticos y pueden condensarse en el épico veredicto de un digital: «Millones de españolas llevan su lucha al corazón de la política». La letra pequeña admite que el paro no tuvo repercusión en comercio y hostelería, una fórmula elegante para adjudicar el seguimiento a los funcionarios sin distinción de sexo. Pero el titular confunde el sentido del desplazamiento: es el «corazón de la política» quien pretende llevar a la lucha a millones de españolas en otro ejemplo de revolución «desde arriba». Esta mañana, los grupos de mujeres no hablaban de la huelga durante el desayuno en la cafetería; en cambio, tertulianos, celebridades, columnistas y políticos reñían por los excesos groseros de algunas manifestantes, ridiculizaban la adhesión del Gobierno o se arrojaban estadísticas para confirmar sus prejuicios. Mención especial para un hilarante Ximo Puig,

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