Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Semana y media 

La «portavoza» de podemos

De lunes a viernes, la semana vista por Andrés Castaño

5 lunes

«PIOVE, PORCO GOVERNO»

La imagen del director general de Tráfico arremangado mientras da instrucciones por un «walkie-talkie» desde el centro de mando indica que al menos un español no está pasando frío. El director adquirió celebridad cuando abroncó por imprudentes a los conductores inmovilizados a causa del temporal y ahora ha intentado redimirse convocando a las cámaras para un posado que inmortalice su frenesí. Es una capitulación antes que una treta de político vanidoso. Sencillamente, un país de clima templado sin precauciones exhaustivas para situaciones de emergencia y en el que la mayoría de conductores tienden a desoír consejos como el de llevar cadenas porque «son un engorro» es un país peligrosamente incapacitado para encajar un zafarrancho meteorológico generalizado. En Omniakón, una aldea siberiana donde se registran temperaturas de -50º, nadie comenta «qué frío hace» por las mismas razones por las que los tuaregs no encuentran unos días más calurosos que otros. En estos entrañables parajes, una situación extrema es la normalidad; aquí, la normalidad extrema es una crónica de imprevisiones póstumas y rogativas bajo un paraguas agujereado por el granizo.

6 martes

ARRAIGADOS

Me había prometido no escribir una palabra sobre Cataluña, pero las ocurrencias de Puigdemont y la locuacidad de Piqué son una tentación invencible. En cuanto a Puigdemont, no sé si su propuesta de una «presidencia simbólica» significa que él sería el presidente simbólico o que lo sería el testaferro investido en Barcelona que recibiría instrucciones desde Waterloo. Recuerda chuscamente el exilio madrileño del general Perón mientras el presidente Cámpora preparaba su regreso triunfal a Argentina, pero ocurre que a Perón no lo esperaba en Buenos Aires una pareja de guardias civiles. En cuanto a Piqué, la grave solemnidad con que se adorna no alcanza a ocultar sus costuras de charlatán disparatado. Donde dice «Espanyol de Cornellá» por la ubicación del estadio y «desarraigo» aludiendo a sus propietarios chinos, resuena un despectivo «no son catalanes» porque, claro está, él fija los criterios de catalanidad. El problema, digamos que risueñamente clínico, es que Piqué luce publicidad de una multinacional japonesa, cobra a través de una sicav domiciliada en Madrid, juega en un estadio cuyas gradas parecen la asamblea de la ONU y pertenece a una plantilla con menos catalanes que la de los charnegos de Cornellá.

7 miércoles

TIEMPOS DE COSECHA

Como partido confesional, el reino del PNV no es de este mundo; como partido independentista, su mundo no es de este reino. Según cuentan, el precio fijado por Urkullu para la aprobación de los presupuestos generales coincide conceptualmente con la comanda de Groucho en el camarote: Y dos huevos duros. Ahora bien, como el PNV sabe que no hay posibilidad de que el Gobierno conceda el «derecho a decidir» o un sistema judicial y una seguridad social propios, el cuaderno de exigencias debería entenderse como un postureo de máximos ilusorios que precede a la auténtica negociación. Este escenario sugiere dos reflexiones: la primera, que los dirigentes del PNV dan por descontado que el Gobierno percibirá su finta como una sobreactuación pasajera y por lo tanto no temen sufrir la terapia catalana; la segunda, que la joroba de Ciudadanos tendrá otro pretexto para crecer en los convalecientes lomos del PP. Rajoy no prestará el tractor a Aitor, pero Mariano tendrá que darle más grano y entonces será irresistible para Rivera reeditar su discurso de Cataluña y arrojar de nuevo los rayos de Zeus sobre un presidente timorato.

8 jueves

LOS RESTOS DE LOS RESTOS

Con los sistemas electorales ocurre lo que con el juego de las «siete y media» que maldice don Mendo: «O te pasas o no llegas. Y el no llegar da dolor, pues indica que mal tasas y eres del otro deudor. Mas, ¡ay de ti si te pasas! ¡Si te pasas es peor!». La pretensión de cualquier método de distribución de escaños es tanto dar voz al mayor número posible de opciones como garantizar la eficiencia institucional. Esta conciliación entre representatividad y gobernabilidad resulta forzosamente imperfecta y siempre oscila en favor de una u otra. Los sistemas mayoritarios priman la gobernabilidad, mientras que los proporcionales fomentan la representatividad. España tiene un sistema proporcional con correcciones que facilitan la gobernabilidad, con lo que los partidos minoritarios padecen sus consecuencias y los mayoritarios las agradecen. La debilidad parlamentaria del Gobierno parece un momento propicio para el cambio y de ahí que Ciudadanos, Podemos y un PSOE aparentemente receptivo hayan comenzado a sugerir propuestas que, como los diez mandamientos, pueden resumirse en una: el PP perdería escaños. Volvemos a las «siete y media»: lo importante es ganar.

9 viernes

EL PALABRO

Recuerdo que, hace demasiados años, Miguel Herrero se hizo un lío en una entrevista e inventó el neologismo «portavocería» en lugar del ortodoxo «portavocía». Ambas palabras suenan tan tajantemente espantosas como «portavoza», la flamante aportación de Irene Montero a una causa feminista sin duda merecedora de paladines menos tempestuosos. Irene Montero es «portavoza» de Podemos en el Congreso y justifica su hallazgo por la renuencia de la RAE a «desdoblar el lenguaje». No sé qué significa «desdoblar el lenguaje», pero en cualquier caso el ejemplo adoptado por Montero es etimológicamente confuso: «voz» ya es femenino, con lo que «portavoza» sólo podría incorporar una variación enfática, algo así como la Atenea

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats