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Trump vuelca el tablero internacional

El presidente de EE UU dedica su primer año a dinamitar el legado de Obama dentro y fuera de su país mientras Macron consolida liderazgo en Europa

La llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha supuesto un auténtico vuelco al tablero mundial, que le ha llevado a un progresivo aislamiento internacional, como dejó en evidencia la votación en la ONU el pasado 21 de diciembre para condenar el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel. También en política exterior, como en la interior, Trump considera casi todo lo hecho por Obama como «malo» para el país, empezando por la firma del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, en inglés), del que el magnate sacó a EE UU nada más instalarse en la Casa Blanca. Además, Trump ha retirado a EE UU del Acuerdo de París contra el cambio climático, de la Unesco, ha dado marcha atrás en la normalización con Cuba, volviendo a la retórica de la Guerra Fría, y ha advertido de la «posibilidad muy real» de abandonar el acuerdo nuclear con Irán.

El mandatario también lidia desde hace meses con la amenaza nuclear norcoreana, sin descartar una «acción militar» contra Pyongyang.

Además, en sus dos giras internacionales, a Europa y Oriente Próximo en mayo, y por Asia en noviembre, Trump se ha decantado por una diplomacia personalista y por acercarse a líderes cuestionados por los aliados tradicionales de Washington como el chino, el ruso o el filipino.

Su primer año en la Casa Blanca no ha cambiado a Donald Trump, pero él ha transformado normas y comportamientos asociados a la Presidencia a golpe de tuit y fiel a la filosofía de «EE UU primero», que no ha producido grandes logros y sí numerosas polémicas.

Cada vez más cercado por la investigación sobre la trama rusa en su círculo cercano, tal vez su mayor logro hasta la fecha fue la aprobación el pasado 20 de diciembre de su polémica reforma fiscal hecha a medida de las grandes fortunas.Macron entra en escena

El presidente francés, Emmanuel Macron, elegido hace poco más de siete meses, ha podido celebrar su 40 aniversario con una popularidad al alza y una mayoría de los franceses satisfechos con su acción, según las últimas encuestas. En un sondeo de los diarios Le Figaro y France Info publicado recientemente, un 52 % de las personas interrogadas afirmaron estar contentas con la acción de Macron, lo que significa once puntos más que en noviembre. El dirigente galo ha ido escalando en los sondeos gracias a su apuesta por marcar la agenda europeísta en un momento en el que la otra locomotora del Viejo Continente, Alemania, sigue sin formar Gobierno.

Macron, además, se ha situado como el gran adalid de la lucha contra el cambio climático en el mundo frente a un EE UU que bajo Donald Trump ha dejado de lado las inquietudes medioambientales.

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