Pedro Sánchez impuso a Mariano Rajoy dos condiciones inescusables para secundarle en la aplicación del artículo 155 de la Constitución: la convocatoria inmediata de elecciones autonómicas, que se celebraron el 21 de diciembre, y comenzar el proceso de reforma de la Constitución. A tal efecto se constituyó una Comisión sobre el modelo territorial en el Congreso de los Diputados que debería concluir sus trabajos en un período de seis meses -que concluye en mayo de 2018- para a partir de ese momento comenzar el auténtico proceso de reforma. Sin embargo, una vez conseguido el respaldo al 155 el PP y el propio Rajoy en persona se han desentendido de ese espíritu reformista, lo que ha dejado en mal lugar al secretario general del PSOE.Por si eso fuera poco, la comisión de la Cámara Baja se ha encontrado con el boicot del Podemos y de los nacionalistas a la vista de la crisis catalana.