Con 13,6 millones de pasajeros en el aeropuerto y 10 millones de turistas, la Costa Blanca cierra 2017 como el mejor año de su historia. En Benidorm, su capital, los empresarios lanzaron campañas de «turismofilia» para contrarrestar el vandalismo y las protestas contra el veraneo masivo que se produjeron en Cataluña y Baleares.