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Semana y media Semana y media

Cataluña pinta ingobernable

Cataluña pinta ingobernable

11 lunes

RISOTERAPIA

Fe de etarras es una comedia sobre un comando terrorista singularmente inepto que prepara un atentado. La transformación de un drama auténtico en ficción humorística siempre es terreno pantanoso con una frontera casi imperceptible entre la sátira moralizante y la inhumanidad. Desde luego, la lejanía alivia este riesgo y por eso no nos escandaliza que Golfus de Roma utilice la esclavitud para construir una comedia de enredo. El asunto es más peliagudo cuando los protagonistas todavía no son pasado, sino un incómodo presente imperfecto. Se requiere entonces talento para ridiculizar al verdugo sin banalizar el dolor de las víctimas: Uno, dos, tres y el comunismo, Ser o no ser y los nazis, La vida es bella y el Holocausto, Primera Plana y la pena de muerte. Incluso la ñoña Ocho apellidos vascos muestra la idiocia aldeana del nacionalismo contemporáneo. Lo que queda tras estas películas son sonrisas agridulces y veredictos inapelables. Tal vez Fe de etarras comparta este propósito constructivo, aunque no he logrado carcajearme ni una sola vez entre tanto cuerpo ausente y memoria en carne viva.

12 martes

LA DONCELLA Y EL CAPITÁN

Supongo que el reverso de las celebridades que denuncian haber sido acosadas son esas afroditas de póster central que se casan con multimillonarios en silla de ruedas, aunque de éstas no se hable como ejemplo de «cosificación sexual de la mujer», otro flamante tecnicismo como el de «ciclogénesis explosiva» para referirse al huracán de la abuela. Curiosamente, Trump es tanto el marido de una modelo a quien dobla la edad como un gañán que alardea de los favores sexuales obtenidos y sus rivales comienzan a insinuar que este sería un buen pretexto para su destitución, una vez descartados la demencia y el espionaje en favor de Rusia. La última hazaña presidencial ha sido inaugurar otra revuelta palestina a cuenta de Jerusalén, aunque realmente se trate de una «decisión de Estado» que él se ha limitado a coreografiar con mentón chulesco. Aun asumiendo esta quita, es obvia la gloriosa incapacidad de Trump para el cargo: un presidente que declara «la reputación del FBI está hecha jirones» sólo puede compararse a un Papa que admite tener dudas sobre la existencia de Dios.

13 miércoles

TIRANTES ASIMÉTRICOS

Tras la epifanía del 155, la equidistancia no consiste en tender la mano al separatismo debido a la certeza de que peligraría la extremidad, sino en advertir sobre los riesgos de una reacción desmesurada contra el «procés». Ayer, un articulista sombrío confesaba que temía radicalizarse como Juaristi, Savater o Boadella y alertaba sobre los riesgos de una catalanofobia latente. Hasta donde yo sé, Juaristi, Savater y Boadella sólo comparten dos incidencias: son auténticos exiliados, no excursionistas vip, y reclaman su derecho a no tolerar la intolerancia. Pero es interesante la mención de la «catalanofobia» por quienes desde hace años consideran la «hispanofobia» un accidente paisajístico. La primera se reduce a sustituir botellas de cava catalán por el de Requena y al selfie de un cretino encaramado a un tanque que amenaza con bombardear Barcelona; en cuanto a la «hispanofobia», no se puede negar su creciente vitalidad: de los silbidos a una bandera hemos navegado hasta un macetazo contra cualquier político constitucionalista, de ahí al insulto homófobo a Iceta y unos ripios sobre la «mala puta» de Arrimadas, para desembocar finalmente en el asesinato de un cincuentón por lucir tirantes con los colores de España. Nunca sabremos si se había radicalizado.

14 jueves

EL LIBRO DE LA NADA

Hace una semana leí por primera vez la expresión «la moleskine de Jové» y me sentí enfrentado a un acertijo que cubre un misterio que esconde un enigma o, en términos callejeros, ¿quién diablos era Jové y qué diablos era una «moleskine»? Deduje que Jové era una especie de ideólogo en la penumbra del «procés» y su «moleskine» un sofisticado artefacto informático donde había guardado el plan de batalla. Un plan de batalla, por cierto, desvelado a golpe de filtraciones de sumario con consecuencias devastadoras para el estratega y sus compinches: lo más inteligente que allí se dice es la pregunta de Junqueras «¿lo hacemos o no lo hacemos?», dirigida en apariencia a Forcadell pero realmente formulada a la posteridad más estupefacta. Con lógica poética, esta chapuza no podía haberse almacenado en un prodigio electrónico y, por fin, hoy he sabido que «Moleskine» no es más que una marca de material de oficina, para entendernos, una agenda con hojas de papel y cubierta rumbosa que justifica su escandaloso precio. No hay acertijo ni misterio ni enigma, tan sólo un cuaderno de párvulo emborronado con monigotes fantasiosos.

15 viernes

EL FINAL DEL PRINCIPIO

Hoy es el último día autorizado para publicar encuestas sobre el 21-D y todas ofrecen un horizonte similar: habrá que repetir elecciones. Puede convertirse en un hábito que se inició con el «no es no» de Sánchez y ahora se traslada a Cataluña ante la insoluble contradicción entre ambas partes con las exóticas aportaciones de Iceta, quien a fuerza de querer parecer «transversal» (el eufemismo con que describe sus arrumacos con Esquerra) está desquiciando al cada vez más melancólico editorialista de El País. En cualquier caso, es prodigioso que una reata de políticos de tercera fila haya conseguido que Cataluña despertara como república independiente y se acostara sin autonomía. Otras elecciones sólo garantizan que el 155 continuará vigente hasta que los líderes actuales del independentismo cedan el paso a una generación menos fundamentalista y sin escrúpulos para pastelear las grandes cuestiones. Desde luego, es tan inverosímil que Puigdemont o Junqueras puedan reincidir como que Arrimadas o Iceta obtengan la investidura: lo impiden el derecho penal, la aritmética y el sentido común respectivamente.

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