4 lunes
CONVENÇUTS HIPERVEN-TILATS
Es decir, «convencidos hiperventilados», una de las categorías con que los cabecillas del «procés» catalogaron a los catalanes según su grado de adhesión. La expresión la recoge el auto del TS que ha decretado la libertad bajo fianza para seis de los acusados y mantenido la prisión provisional para los otros cuatro: Oriol Junqueras, los siameses « Jordis» y Joaquim Forn, el exconseller responsable de los «Mossos». El magistrado juzga que, de entre todos los hiperventilados, ellos presentan los síntomas más graves y deniega el alta hospitalaria ante el riesgo de recaída; además, considera que los cuatro fueron inductores de las coacciones y amenazas que sufrieron la comisión judicial y los guardias civiles que la escoltaban durante el registro de la Conselleria dirigida por Junqueras. El auto cita al respecto un documento titulado «Enfocats» como fundamento más robusto para discriminar la situación procesal de los encarcelados, ya que ninguno de los diez logra disimular su inclinación por la reincidencia y todos se integran en candidaturas inequívocamente anticonstitucionales. Por lo demás, enternece la coherencia patológica de estos golpistas: creen que un «convençut hiperventilat» está forzosamente «enfocat».
5 martes
PUENTE DE PLATA
El TS se ha convertido en el magín de David Copperfield. Tras el inesperado periplo de Junqueras y sus tres mosqueteros desde la cárcel al calabozo del tribunal y de allí nuevamente a la celda, hoy el magistrado ha retirado la demanda de extradición de Puigdemont y su banda de los cuatro, con lo que las autoridades belgas archivarán el expediente y el cártel podrá organizar su programa de actividades sin sobresaltos judiciales. «Retirar» significa que España renuncia momentáneamente a la extradición (el límite temporal es el plazo de prescripción de los delitos), no a detener a los maleantes si cruzan los Pirineos. La consecuencia es que el candidato Puigdemont languidecerá entre chocolatinas y novelas de Simenon, sin posibilidad de prolongar el papel de paladín perseguido más allá del 21-D ni de tomar posesión de su acta parlamentaria salvo si lo hace esposado. No creo que haya precedentes de un disparate tan delicioso desde que los dos candidatos por un distrito rural inglés se batieron en duelo tras las elecciones y hubo que repetirlas por defunción.
6 miércoles
PEDIGRÍ
Me he enterado de que Rajoy se entrevistó ayer con Theresa May gracias a un titular prometedor: «El error histórico de Rajoy en Londres». He pensado en «histórico» como digno de pasar a la historia, pero por una vez el sentido era científico: un error relativo a la historia. Ocurre que Rajoy se refirió a Gran Bretaña como la «cuna del parlamentarismo» y en León se ha organizado el zafarrancho acerca de quién descubrió el fuego, dado que la UNESCO adjudica el galardón a la Curia leonesa del siglo XII. Unas veces por exceso de patriotismo y otras de fatalismo, las muestras de erudición de Rajoy suelen desencadenar sospechas sobre el encargado de redactar sus discursos. Hace unos años, rejoneó al separatismo argumentando que España era la nación más antigua de Europa. No tiene mucho sentido discutir sobre la antigüedad de un presunto sentimiento colectivo, ni siquiera cuando se materializa en forma de Estado, pero inmediatamente media docena de académicos precisaron que Inglaterra y Francia eran más antiguas. Nos correspondía un digno tercer lugar y ello me tranquilizó: es sabido que las naciones venerables no se extinguen, como demuestran el Imperio Romano y la Rusia zarista.
7 jueves
«PERI-PATÉTICOS»
En la presente coyuntura, es perfectamente lógico que 45.000 catalanes aprovechen el puente de la Constitución para manifestarse contra ella en Bruselas. En una cruel paradoja, esta multitudinaria excursión provocada por el referéndum del 1-O apenas compensa la pérdida de cien mil turistas sufrida por Cataluña desde entonces. Ahora sabemos gracias a los documentos incautados que uno de los objetivos del «procés» era «generar como último recurso un conflicto democrático de amplio apoyo ciudadano orientado a generar inestabilidad política y económica». El éxito ha sido indiscutible y justifica el ambiente verbenero que ha alegrado durante unas horas las habitualmente soporíferas calles de Bruselas. Sobre la inestabilidad política, les remito al debate de esta noche entre los candidatos, en el que afortunadamente no se permitían armas; en cuanto al quebranto económico, Cataluña genera 368 parados diarios y ya son más de 2.000 las empresas huidas. El Banco de España calcula un retroceso del 2,5% del PIB, cerca de 30.000 millones en los próximos dos años. Nadie dijo que la construcción nacional fuera una ganga.
8 viernes
LA BURBUJA
Desde el referéndum del 1-O, he dedicado tres quintas partes de estos párrafos semanales a Cataluña y admito sentirme tan agotado como Marta Rovira, la presidenciable de ERC que exhibió en el programa de Évole un dominio del castellano inaceptable para una alumna de preescolar (incluso Carlos V se esforzó en aprenderlo en atención a sus futuros súbditos). Una explicación de este cuasi monopolio sería que el problema catalán es la crisis más grave desde Tejero con el matiz, no menor, de que durante algunas horas el 23-F tuvo un final incierto mientras que el «procés» siempre fue inviable; otra, que Cataluña es un tema persistente de conversación, como acreditan tantos parroquianos de bar que dedicaban los lunes a discutir si un defensa había cometido penalty y ahora hablan de federalismo y reforma constitucional con idéntico ímpetu. Pero el mundo ha seguido girando con sus achaques tragicómicos y espasmos impredecibles, desde el liviano enredo del Ayuntamiento de Alicante (al menos, los vecinos de allí tienen un motivo para cierto estupor jocoso) hasta el pugilato fanfarrón pero imprudente entre un paquidermo norcoreano y el primate que ocupa el despacho de Tarradellas, digo, de Lincoln.
