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Adivinar un futuro que está presente

Esté tranquilo, no soy adivino, y mucho menos profeta. No tengo esos dones, pero sí quiero hablarle de ello

Adivinar un futuro que está presente

Las líneas que separan presente y futuro son mínimas. Quiero adivinar lo que nos espera a través de tres palabras: reinventarse, inteligencia artificial y tsunami.

Reinventarse

Reinventarse se relaciona con renacer. Siempre he creído que todo acaba, que permanentemente millones de nuestras células mueren y otras tantas nacen, y así seguimos vivos. Volver a nacer es importante, y reinventarse tiene que ver con ello.

He leído que en nuestra sociedad nadie que funda, inicia o crea una empresa debe pensar que va a durar toda una vida; debe buscar su nicho, montarla y a los pocos años, posiblemente no más de siete, debe renovarse.

Le cuento todo esto o porque hace unos días un grupo de amigos nos reunimos para hablar del presente y el futuro de Alicante. Coincidimos en muchas cosas, especialmente deseábamos dejar el mejor legado a los que nos seguirán, y ello pasaban por que la ciudad y la provincia apuesten por las ciudades inteligentes, las «smart cities». Lo que supone que se orienten con fuerza al campo de las nuevas tecnologías, a la realidad virtual y al «big data». Entendíamos que era importante el poder innovador de muchas personas en esta tierra, el esfuerzo de aún más, y sobre todo el soporte incondicional de los que no protagonizaremos esa apuesta, pero que aquí estamos y debemos apoyar algo en lo que creemos, que nuestra ciudad y la provincia pueden y deben hacer. Consideramos que ambas tienen muchos rasgos que las hacen válidas en este terreno, y no nos referimos sólo a su luminosidad o clima, ni a su calidad de vida, sino sobre todo a su carácter innovador. No hay muchas provincias en el mundo que con una superficie tan pequeña hayan sido capaces de liderar el turismo, la fabricación de zapatos, alfombras, turrón o helados, y a la vez producir granadas, naranjas, dátiles, elaborar especias, o llevar al arroz a la cumbre de la gastronomía.

Inteligencia artificial y computacional

Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones «cognitivas» que los humanos asocian con otras mentes humanas, como, por ejemplo: «aprender» y «resolver problemas». La inteligencia artificial es la inteligencia exhibida por máquinas. En las ciencias de la computación, una máquina «inteligente» ideal es un agente racional flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximizan sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Por ejemplo, el reconocimiento de caracteres que habitualmente no se perciben. Son, por ej., sistemas capaces de jugar ajedrez, máquinas capaces de andar y evitar obstáculos, u otras capaces de cargar y descargar objetos desde camiones. La inteligencia computacional es una rama de la inteligencia artificial centrada en el estudio de mecanismos adaptativos para permitir el comportamiento inteligente de esos sistemas complejos y cambiantes.

De hecho, en el terreno de la inteligencia computacional hay algunos alicantinos que destacan, tanto en el área de lo teórico como puede ser Nuria Oliver, o en lo práctico. Ahí ya lo ha hecho Andrés Torralba, que incluso ha ganado un cuarto premio en un concurso mundial sobre el tema.En ambos terrenos destaca Andrés Pedreño, un crack que puede que conozca pues fue un gran rector de nuestra Universidad y creador de la Biblioteca Virtual Cervantes.

La realidad es que sus contenidos pueden ser muy diversos, desde recoger y analizar informaciones muy amplias , y extraer conclusiones, lo que se llama «big data»; por ej. relativas a las historias clínicas de millares de enfermos, otras veces penetran en el terreno de la nanociencia, que es un área emergente de la ciencia que se ocupa del estudio de los materiales de muy pequeñas dimensiones, y que no puede denominarse química, física o biología dado que los científicos de este campo están estudiando un campo dimensional muy pequeño, todo ello para una mejor comprensión del mundo que nos rodea, o abordar terrenos tan sencillos como recoger recetas de cocina, o conversaciones en los chats.

En este momento Alicante lidera algunos aspectos en el terreno de la ciencia, y si no valoren la contribución a la misma de Francis Martínez Mojica, o María Blasco. Somos muy ricos en patrimonio musical, y personas creativas como Luis Corno o Manuel Desantes se esfuerzan por que Alicante sea la capital de la guitarra clásica. Y ello agranda las actividades en el ADDA, o los que promueve la Sociedad de Conciertos en el Teatro Principal. Está en camino la creación de una orquesta sinfónica propia, ya hay orquesta en nuestra Universidad, seguramente era un campo abonado, en base a la rica afición musical en nuestra tierra, cuyas bandas surgen en los pequeños pueblos y grandes ciudades y son cientos los alicantinos que tocan en ellas, especialmente instrumentos de viento.

Si desarrollamos «Smart cities» y fomentamos la inteligencia computacional nos pondrá por delante de muchos países y nos colocará a la cabeza de otros lugares del mundo. Sin duda va a requerir esfuerzo, pero lo haremos. Su llegada es imparable, y ello supone reinventar un nuevo modelo social. En casi todos los campos, por ej. en la medicina, cambiará el modelo de nuestros médicos, pues esas tecnologías les obligarán a formarse en tecnología digital, pero luego las máquinas harán mucho por ellos. Les van a hacer más fácilmente diagnosticar e incluso conocer el grado de posibilidad de error en los mismos. Lo que de momento no pueden aportar es el mundo de humanidad que ellos entregan al relacionarse con los enfermos; la confianza, el cariño o la empatía es por ahora algo insustituible. No sé si sabe que en China un robot ha conseguido el titulo de medico, y estará a la venta el próximo año.

De igual manera debemos formar en esas tecnologías a nuestros maestros, para que trasladen los conocimientos a sus alumnos, y así favorecer el cambio de nuestra sociedad. Pero algo semejante podemos decir para arquitectos, ingenieros, jueces, etc..

El tsunami que viene

El presente es un camino difícil, pero no debemos desaprovecharlo, se nos ofrece como oportunidad de mejora. Así pues, adelante todos, la sociedad debe abrirse y aceptar su llegada. Tiempo atrás el hombre descubrió el fuego, la rueda, la imprenta, etc.. y ello cambió su forma de vivir. Ahora estamos en el momento de la inteligencia virtual, abramos nuestra mente y lancémonos a ella por desconocido que sea para la mayor parte de nosotros. No es un salto al vacío, es un salto a algo a una realidad llena, a muchas nuevas cosas que cuanto antes incorporemos será mejor para todos.

Llega el tsunami, y lo sensato, lo inteligente, no es oponerse a él, sino caminar rápido en la dirección que llega. ¡Hagámoslo todos!

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