20 lunes
MESAS SEPARADAS
Es tentador relacionar dos artículos que aparecen hoy. El profesor Asensi reflexiona sobre el apoyo de las clases privilegiadas de Cataluña a la independencia y Teodoro León Gross resalta el monopolio de apellidos catalanes en las listas electorales de Esquerra y Junts per Catalunya, a pesar de que los más frecuentes en la región son García, Martínez o López. Si diseccionamos las entrañas del monstruo con ambos datos, la esencia del secesionismo podría delimitarse entonces con la pureza genealógica y una lustrosa cuenta corriente. Sin embargo, tal vez chirríen otras dos evidencias: los presidentes de las diez empresas más poderosas que han abandonado Cataluña también comparten apellidos catalanes y la rotunda ausencia de un Sánchez o un Rodríguez; en segundo lugar, la «Cataluña profunda» alimentada por un nacionalismo primitivo y mojigato tiene poco que ver con la sofisticada xenofobia de la élite urbana. Es posible que al inconfundiblemente rústico Junqueras y a la cosmopolita Alba Tous les una la estelada, pero no puede ser casual que el primero rece por ella en su celda y la segunda la haya retirado del despacho para salvar la campaña navideña.
21 martes
DE PADRES A HIJOS
En demasiadas ocasiones, el canal parlamentario es mucho más entretenido que informativo sin necesidad de que intervengan Rufián o Irene Montero, cuya solidez siempre es inversamente proporcional al nivel de decibelios que alcanza en la tribuna. Hoy ha sido una de esas chispeantes ocasiones a cuenta de una proposición de Ciudadanos contra el adoctrinamiento político en las aulas. No creo que sea una perversión generalizada, pero tampoco excepcional ni anecdótica. El PP ha apoyado a regañadientes la proposición, el PSOE ha practicado el federalismo asimétrico, el portavoz de Podemos ha introducido una metáfora porcina que ha hecho añorar los alaridos de Irene Montero y las minorías nacionalistas han reaccionado como sumos sacerdotes que presencian un sacrilegio. Uno de sus portavoces ha utilizado un argumento alucinógeno para desbaratar a Rivera: «Tiene la caradura de decir que el sistema catalán adoctrina el pensamiento cuando él mismo es hijo de ese sistema educativo». Ha ocurrido a unos escaños de distancia de Joan Tardá. Tardá estudió en escuelas franquistas y tengo entendido que es un antifranquista furibundo. Siguiendo el razonamiento de su compatriota, deduzco que Tardá es la prueba de que el sistema educativo franquista tampoco adoctrinó.
22 miércoles
DE MANADAS Y BESTIAS
«La Manada» ya ha sido condenada por los mismos motivos por los que absolvimos a la madre que abrasó al violador de su hija: los primeros nos parecen culpables instintivamente al imaginar a una muchacha rodeada en un zaguán por seis sementales embrutecidos y la segunda una víctima justiciera y no una asesina. La intimidad psicológica de los implicados cede ante el prejuicio: puede que la muchacha trasteara inicialmente con el juego e intentase abandonarlo al sentirse insoportablemente degradada; o que el violador, tras haber purgado su delito en la cárcel, estuviera sinceramente arrepentido. Lo seguro es que la madre y «La Manada» se consideran inocentes sin remordimientos, una sutileza ajena al Derecho. Estos deprimentes retortijones me han surgido tras la muerte de Charles Manson y la condena del general serbio Mladic. Manson dirigió una masacre sádica hace cincuenta años en una mansión de Hollywood; Mladic, otra más numerosa de bosnios en Srebenica. Ellos son el genuino rostro de la maldad consciente y no ficciones como el doctor Lecter o la niña de «El exorcista».
23 jueves
LOQUILANDIA
Cataluña se parece cada vez más a esas películas de arte y ensayo de mi adolescencia en las que era imposible decidir si el director estaba loco o los espectadores éramos idiotas. Una cosa es que Rusia, como cualquier otra potencia, intente desestabilizar a uno de sus rivales mangoneando el Brexit o un referéndum ilegal y otra que las Ramblas sean un avispero de agentes del KGB y los «hackers» rusos preparen un pucherazo para el 21-D. Los procesos electorales fomentan excesos desquiciados y al Gobierno le interesa agitar este espantajo tanto como a Marta Rovira difundir la patraña de que se amenazó a la Generalitat con un «habrá muertos» si declaraba la independencia. Bueno, la Generalitat declaró la independencia y la cruenta reacción del Gobierno fue sustituir a Trapero por su ayudante. Ayer leí que unos intrusos habían asaltado la casa de la fiscal jefe de Barcelona e inutilizado la calefacción, el riego automático del jardín y la antena de televisión. Todo un botín. La Policía investiga si el suceso tiene motivaciones políticas o es la gamberrada característica de un encefalograma plano, como si hoy en Cataluña hubiese alguna diferencia.
24 viernes
EL CUPONAZO
Sospecho que de vez en cuando el Gobierno (y muchos presidentes autonómicos) juguetea con la fantasía excitante de que la UE tenga capacidad jurídica y voluntad política para eliminar las anomalías fiscales dentro de su territorio, lo que supondría la defunción del Cupo vasco mientras Madrid ejerce de testigo tan impotente como aliviado. Pero si las exigencias éticas de la UE son lo suficientemente relajadas como para tolerar que sus miembros regenten paraísos fiscales domésticos (Andorra, Mónaco, San Marino,?), parece improbable que vaya a inmiscuirse en una antigualla heredada de las guerras carlistas que afecta a la contabilidad interna. El Cupo es un privilegio disfrazado con la monserga de los «derechos históricos» e inatacable políticamente mientras el PNV amague con romper el pacto constitucional en cuanto se sugiere su desaparición. Ciudadanos puede permitirse estos alardes, ya que no debe negociar los presupuestos ni asumir otro 155 sulfúrico, pero el PP pretende salvar la legislatura guardando reposo y el PSOE malvive de equilibrismos entre compañeros plurinacionales y españolazos que no llegan a fin de mes.
